Canarias permanece con solo dos puntos de encuentro familiar para cumplir con los regímenes de visitas impuestos por orden judicial en los casos de separaciones conflictivas.

En cerca de un año, tres de los cinco centros dispuestos para esto han cerrado sus puertas por la reducción de las subvenciones, dejando a más de un centenar de personas sin ver a sus hijos desde hace varios meses; solo en el Norte de Tenerife, un total de 30 familias están afectadas.