El Instituto de Microcirugía Ocular (IMO) ha operado más de un centenar de miopías con una nueva tecnología láser que evita tener que levantar la superficie de la córnea y que se realiza a través de una microincisión con la que mantiene intacta la superficie ocular.

Fuentes del IMO han señalado que las intervenciones se han realizado con la técnica Relex SMILE (Small Incision Lenticule Extraction), un láser de femtosegundo que permite al cirujano modificar la graduación de la córnea a través de una microincisión de sólo 2 milímetros.

Con este láser, el más preciso que existe en la cirugía ocular actual, el cirujano delimita desde el exterior del ojo el lentículo intracorneal o la porción de la córnea que tiene que extraer para corregir el defecto refractivo.

Después, el mismo láser realiza la microincisión, por donde el cirujano retira el lentículo interno, previamente trazado, según las mismas fuentes.

El coordinador del Departamento de Córnea y Cirugía Refractiva del IMO, José Luis Güell, ha señalado que este avance supone un salto espectacular en la cirugía refractiva, ya que se sustituye un corte laminar de unos 20 milímetros de diámetro por una incisión diez veces más pequeña.

Además, con esta técnica menos invasiva y más segura para corregir la graduación, se eliminan los principales efectos secundarios a la cirugía lásik, como son el riesgo de desplazamiento de la lámina superficial abierta en la intervención y el ojo seco.

Las técnicas lásik convencionales abren una lámina en la superficie corneal, a modo de escotilla desde la que acceder al interior de la córnea, y tras corregir la graduación en el interior de la córnea, que se lleva a cabo con otro láser, el Excímer, la lámina vuelve a colocarse en su sitio.

El IMO es uno de los pocos centros que ha participado en un estudio multicéntrico europeo para evaluar los beneficios de esta nueva técnica, que supone un cambio radical en la cirugía de la miopía.