La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) ha denunciado hoy las interferencias de la industria tabacalera en las legislaciones de salud pública y ha recordado que el consumo de tabaco causa una de cada diez muertes de adultos en todo el mundo.

La SEPAR ha denunciado que "los gobiernos de Extremadura, Andalucía, Canarias, Cantabria y La Rioja, juntamente con el sector tabaquero, se han posicionado en contra del endurecimiento de la nueva directiva antitabaco argumentando daños en la economía nacional, sin tener en cuenta que el tabaco provoca una muerte cada diez minutos en España".

Con motivo de la conmemoración el próximo 31 de mayo del Día Mundial sin Tabaco, la SEPAR ha difundido hoy un comunicado en el que asegura que "los beneficios que aporta la industria tabaquera a España son menores que el coste que generan al sistema nacional de salud el diagnóstico y tratamiento de enfermedades respiratorias como la EPOC y el cáncer de pulmón".

La SEPAR, que recuerda que en España se registran unas 53.000 muertes anuales debidas al tabaco, ha defendido la nueva directiva europea que pretende proteger la salud pública y reducir el inicio del consumo de tabaco entre los jóvenes.

Ha denunciado asimismo que la declaración conjunta de apoyo al sector del tabaco firmada por los presidentes de varias comunidades autónomas se hizo en la sede de una "importante compañía tabacalera", Altadis, un hecho que, dicen, "levanta sospechas de posibles intereses económicos y políticos ocultos".

"Es necesario limitar las interacciones de la industria tabacalera en las legislaciones y la política, sobre todo si éstas pueden tener consecuencias directas en la salud pública", ha señalado en un comunicado la presidenta de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, Pilar de Lucas.

Para esta doctora, "la preocupación por los beneficios económicos que genera esta actividad no debe ser equiparable a la preocupación por proteger la salud y concienciar a la población de los riesgos a los que se exponen con cada cigarrillo".

"La confluencia de intereses económicos y políticos ha de quedar al margen de los riesgos para la salud", ha subrayado De Lucas.

La propuesta actual de la directiva europea de los productos del tabaco propone endurecer las medidas referentes a la publicidad, promoción y patrocinio del tabaco.

Entre las nuevas medidas figura la de aplicar advertencias gráficas y de texto que ocupen el 75 % de la cara frontal y trasera de la cajetilla y la prohibición de aromas característicos en los cigarrillos.

"Las advertencias sanitarias de los paquetes de tabaco son medidas efectivas para evitar que los jóvenes comiencen a fumar y para animar a abandonar el hábito a los fumadores. Las cajetillas con el 75 % de la superficie destinada a tales advertencias es mucho más efectiva, especialmente entre los jóvenes", ha argumentado el doctor Carlos Jiménez, director del Programa de Investigación en Tabaquismo de la SEPAR.

Según la SEPAR, "el argumento económico de la industria tabaquera no se sostiene porque en 2008 los ingresos del Estado procedentes de impuestos por la venta de productos del tabaco ascendieron a 9.266 millones euros".

"Pero los gastos sanitarios directos por atender sólo cinco enfermedades relacionadas con el tabaco (EPOC, enfermedad coronaria, asma, cáncer de pulmón y enfermedad cerebro vascular) ascendieron a 6.870 millones, a los que hay que sumar otros 7.840 millones por los gastos ocasionados a las empresas por el consumo del tabaco (pérdida de productividad, absentismo laboral y gastos por limpiezas de instalaciones)", según la SEPAR.