La energía geotérmica -que aprovecha el calor de la tierra- tiene actualmente una presencia testimonial en Canarias, pero en pocos años puede convertirse en un factor clave para la generalización de las fuentes energéticas renovables, un proceso que hasta ahora está encontrando serias dificultades.

El Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) ha firmado un convenio con Dry Rock Energy -una empresa isleña, filial, a su vez de una potente sociedad noruega- para poner en marcha plantas de generación de energía procedente del subsuelo que aporte estabilidad a la producción a través de medios renovables.

Lo hará en un plazo relativamente breve, puesto que la empresa calcula que en 2016 ya tendrá la capacidad necesaria, tal vez demasiado optimista pero indicativo de sus posibilidades técnicas y de su interés en el proyecto. Lo previsible, en cualquier caso, es que la iniciativa sea una realidad antes de 2020.

La ventaja de la energía geotérmica es "su naturaleza gestionable, a diferencia de la eólica o la fotovoltaica, que de alguna manera son más aleatorias", explica Salvador Suárez, director del departamento de Energías Renovables del ITC. La procedente del calor del subsuelo funcionaría como "un complemento", cuya producción aumentaría o disminuiría según varíen las otras.

"Cuando no haya mucho viento se incrementa la producción de geotérmica; cuando haya más, se reduce. De esta forma se garantiza la potencia y se evitan afecciones a la red", añade Suárez.

Hasta el momento, la presencia de esta tecnología se limita a instalaciones de baja temperatura -por ejemplo, para calentar el agua de una piscina-, pero no permite generar electricidad. Esto requiere temperaturas más elevadas para obtener vapor y, a partir de este, generar energía eléctrica. Esto solo es posible mediante perforaciones a cierta profundidad, donde pueden alcanzarse los 200 grados.

Pese a que el calor del subsuelo suele asociarse con la isla de Lanzarote, lo cierto es que las investigaciones de la empresa apuntan a que los territorios con mayor potencial en este aspecto son Tenerife y Gran Canaria.

las claves

Las energías solar y eólica tienen un gran potencial en Canarias, pero también barreras técnicas que tienen que ver con su naturaleza intermitente, recuerda el ITC. El carácter "gestionable" de la geotérmica -su estabilidad- puede contribuir a la generalización de las renovables. Los estudios de la empresa Dry Rock Energy apuntan a que es posible alcanzar los 200 grados a un kilómetro de profundidad en algunas zonas del Archipiélago. En función de las necesidades, en islas como Tenerife podrían instalarse potencias de entre 10 y 30 megavatios de energía geotérmica.