La próxima entrada en vigor de la Lomce –la séptima ley educativa de la democracia– marcará el principio del fin de la prueba de acceso a la Universidad (PAU), que será sustituida por exámenes generales al final del Bachillerato y, si las instituciones académicas así lo deciden, por pruebas específicas en cada universidad. Pero la antigua selectividad se resiste a desaparecer. En Canarias, al menos, se trabaja con la idea de que haya PAU hasta 2015.