Hoy, día 13 de junio, se celebra el Día Europeo para la Prevención del Cáncer de Piel con el objetivo de concienciar a la población sobre la importancia de adoptar buenos hábitos relativos a la exposición solar.
“El cáncer de piel se puede ver”. Este es el lema del Día Europeo para la Prevención del Cáncer de Piel. Según la Academia Española de Dermatología, los casos de cáncer de piel se triplican cada década y se estima que una de cada 6 personas habrá padecido un cáncer cutáneo a lo largo de su vida. Año tras año, desde 1999, la campaña europea Euromelanoma lanza mensajes subrayando la importancia de una fotoprotección adecuada, la autoexploración y la visita periódica al dermatólogo.
Más vale prevenir: vigila tus lunares, para detectar a tiempo un posible cáncer, y protege tu piel del sol.
Estos son los consejos de la OCU:
Vigila tus lunares
Quienes más riesgo tienen de desarrollar melanoma son las personas que tienen lunares atípicos, de grandes dimensiones o con bordes irregulares. Sin embargo, más de la mitad de los melanomas surgen en pieles saludables, sin lesiones preexistentes. De ahí que siempre convenga estar atentos a la evolución de los lunares.
Sospecha de un posible melanoma si tienes un lunar o lesión en la piel con estas cinco características (la llamada regla del ABCDE):
  • A.- Asimetría en los bordes de la lesión. Al dividir la lesión en dos por una línea imaginaria, cada mitad es diferente en forma y tamaño a la otra. Los melanomas pueden además ser planos o elevados.
  • B.- Borde irregular. Los bordes de un melanoma son mellados, festoneados, borrosos o poco definidos.
  • C.- Cambios de color en su superficie. Se vuelve desigual, muestra más de un color, o hay diferentes tonalidades y colores (marrón, negro, rojizo).
  • D.- Diámetro. Un diámetro mayor de 6 mm debe despertar sospecha.
  • E.- Elevación de la superficie de un lunar que antes era plano.
Además, son señales de alarma:
  • Un lunar que cambia de tamaño, color, forma o textura.
  • Si un lunar sangra, se ulcera, inflama, pica o duele.
  • Si aparece un halo rojizo en torno al lunar, o muestra descamación, costra o endurecimiento.
  • La aparición de otras manchas o nódulos contiguos a ese lunar.
  • La aparición de un nuevo lunar de aspecto diferente a los demás.
  • Si hay ganglios que han crecido de tamaño en la zona del lunar.
En todos esos casos, la recomendación es acudir al médico o dermatólogo.
Proteger la piel
Si no quieres correr riesgos, protege tu piel:
  • Evita las exposiciones en las horas centrales del día (de 12 a 16 horas).
  • Ponte sombrero, ropa y gafas de sol.
  • Utiliza cremas de protección solar siempre. Como mínimo, ponte una crema de protección media o con un factor de protección 15, y mejor si es superior.
Cuidado con los niños pequeños, cuya piel es aún más sensible.