La Cueva Pintada de Gáldar, en la capital prehispánica de Gran Canaria, fue decorada entre los siglos XI y XIII, según han revelado las primeras pruebas de carbono 14 que se han podido realizar sobre sus murales y que confirman que la cámara es previa a la conquista de la isla.

La Cueva Pintada está considerada como un yacimiento único en la historia de Canarias anterior a la llegada de la Corona de Castilla, no solo por el amplio yacimiento que la rodea, sino también porque no se conserva ningún otro testimonio de la pintura de las sociedades aborígenes de la entidad del que presenta esta cueva.

Aunque fue descubierta a finales del siglo XIX, hasta la fecha no se habían podido datar los símbolos geométricos que decoran las paredes de esta cavidad volcánica, porque las pinturas empleadas por sus autores fueron fabricadas con materiales inorgánicos, sin trazas de carbón. Por eso, solían inscribirse genéricamente en el amplio periodo de ocupación del yacimiento arqueológico circundante, que abarca prácticamente un milenio (desde el siglo VI hasta el XVI).

El coordinador general de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, Larry Álvarez, y el director conservador de la cueva, José Ignacio Sáenz, presentaron ayer los resultados de la primera datación directa que se consigue tomar en las pinturas, gracias a la presencia de restos vegetales en el mortero que recubre la pared.

Sáenz ha explicado que los análisis realizados por laboratorios del CSIC y del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia han encontrado en una muestra de mortero restos de carbón de una planta de las familias de las lauráceas cuyo origen se data entre los años 1049 y 1257 después de Cristo.

También se han hallado fragmentos de pino que se remontan a los años 601 a 994, pero los investigadores prefieren quedarse con la datación de las lauráceas, porque estas son unas especies mucho menos longevas y permiten una datación más cercana la realidad.

Sáenz ha subrayado la importancia de estas fechas, porque definitivamente llevan las pinturas al periodo de máximo desarrollo de la sociedad canaria previa a la conquista de las islas.

Además, ha recordado que la Cueva Pintada probablemente cumplía la función de acoger grandes actos sociales de los guanartemes de Agáldar, los reyes de los antiguos grancanarios.

"Seguramente tuvo una función mixta, ya que la política y la religión en aquellas sociedades estaban muy mezcladas. El propio guanarteme también podía ser un jefe religioso", ha señalado el director de la Cueva Pintada de Gáldar, museo que el año pasado recibió el premio a la protección del patrimonio Hispania Nostra.

Por ello, los investigadores de este yacimiento presumen que esta cámara pintada acogió las reuniones de los poderes de la sociedad aborigen y muchos de sus actos religiosos más importantes.