Los profesores españoles están mejor valorados de lo que creen, según el estudio ''El prestigio de la profesión docente. Percepción y realidad'' de la Fundación Europea Sociedad y Educación (FESE), que revela que, mientras ellos se atribuyen un reconocimiento de un 2,3 sobre 5, las familias les otorgan un 3,7 sobre 5.

De hecho, a la hora de calificar la situación de la educación en España, la mayoría de las familias otorga mejor calificación a los docentes de su centro que a la situación en general, según indica el estudio.

Así, de acuerdo con los resultados del estudio, el reconocimiento social de los docentes se encuentra, más bien, en la zona "media o alta" de la consideración general de los profesionales, destacó este jueves el investigador de las asociación Analistas Socio-Políticos (ASP) Juan Carlos Rodríguez.

Los criterios de valoración de los profesionales de la educación son, en primer lugar, el grado de profesionalidad que asumen (según el 93,5 por ciento de los encuestados), a sus competencias profesionales (92,2 por ciento) y la contribución que realizan a la sociedad a través de su labor pedagógica (88,8 por ciento). Además, el 66,3 por ciento de los participantes consideran que la retribución económica ayuda a mejorar la valoración de la sociedad hacia los docentes.

En este sentido, el documento, en cuya elaboración ha participado como coordinadora de la investigación la vicepresidenta de FESE, Mercedes de Esteban Villar, con la colaboración de la Fundación Botín, señala también que las familias encuestadas reconocen que un mayor prestigio de los docentes ayudaría a mejorar la calidad de la educación y, aunque mayoritariamente no conoce de cerca sus condiciones de trabajo, creen que sería positivo que mejoraran.

Además, indica que la responsabilidad sobre la valoración social de los profesionales de este campo recae principalmente sobre los padres de los alumnos (44,2%) y los políticos (42,9%). En un segundo término, las respuestas de los encuestados aluden a los profesores y maestros por sí mismos (31%) y sus alumnos (29,4%).

Por último, el informe atribuye una responsabilidad baja a los medios de comunicación, aunque señala que sí influyen en la percepción que se tiene del colectivo en España "por la notable presencia de noticias negativas sobre el profesorado".

El catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid Julio Carabaña, que ha participado en la investigación, resaltó que los resultados educativos de España a nivel internacional "no son malos, pero sí mediocres", en tanto que se encuentran cercanos a los de muchos otros países europeos.

En este sentido, se refirió al caso de Finlandia, que considera "la excepción al resto de países europeos", en cuanto a reconocimiento social de los profesores. Así, resaltó que los profesores en el país escandinavo cobran menos (proporcionalmente) que los docentes españoles pero están mejor reconocidos socialmente.

De hecho, apuntó que en el país nórdico "algunos de los mejores alumnos son profesores", mientras que en España "el sistema hace que los alumnos más brillantes se vayan a las empresas privadas" y criticó el sistema de oposiciones, en el que considera que "falta pureza".

En la misma línea, los resultados del estudio de FESE muestran que la mayoría de las familias con hijos en edad escolar creen que se debería aumentar la exigencia en la formación del profesorado y un 67,7% preferiría que los profesores de secundaria estudiaran una carrera relacionada con la educación, en lugar de adquirir las capacidades posteriormente, mediante un master.

Además, dos tercios de los encuestados consideran que debería ampliarse la autonomía para centros y profesores y señalan que los colegios públicos deberían tener libertad para elegir a sus profesores.

Por último, las familias aludieron, cara a un diseño del sistema educativo que pueda mejorar los resultados, la necesidad de proteger su libertad para escoger la educación de sus hijos, así como la necesidad de centros educativos "transparentes y que rindan cuentas".

En este sentido, el presidente de ASP, Víctor Pérez-Díaz, cree necesario recordar que los "protagonistas" de la educación son los profesores y las familias y recomendó una "potencial alianza" entre ambos para mejorar la educación, a través de la conversión de los centros en "comunidades morales e intelectuales" que incidan en el acompañamiento del menor a través de su proceso educativo.

Asimismo, se mostró partidario de mantener los estímulos a la excelencia a la educación y, aunque admitió que estimularla tiene el riesgo de crear "oligarcas" también indicó que no hacerlo "empobrecería a todos".

Según Pérez-Díaz, "gran parte de los problemas que componen la situación dramática" en que, a su juicio, está sumida España, derivan de una "educación cívica baja".