El anuncio realizado el 2 de enero por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias de que las personas en situación irregular que se hubieran quedado sin tarjeta sanitaria (como consecuencia de la entrada en vigor de la normativa estatal) tendrían garantizada la asistencia médica acogiéndose a un programa especial ha caído en agua de borrajas, puesto que, a estas alturas, de los 14.595 inmigrantes beneficiarios potenciales solo 42 han conseguido tener tarjeta sanitaria.