Lleva casi 38 años trabajando como enfermera y de ellos 37 y medio en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria. Vivió en primera persona el caos del accidente de avión de Los Rodeos, trabajó durante años con jeringuillas de cristal, llevaba cofia y delantal y tuvo como compañeras a monjas. Ramona Mendoza ahora es conocida sobre todo por su labor por delegada del Sindicato de Enfermería en Satse, pero una carrera tan larga como la suya, sus experiencias, sirven para reconstruir el ayer, analizar el hoy y puede que hasta vislulmbrar el futuro más próximo de la sanidad pública canaria, de la que se siente orgullosa.