La obra de la nueva facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna (ULL) prosigue pese a la constante amenaza de la paralización por falta de fondos. La finalización de la parte docente del edificio, clave para ponerlo en funcionamiento lo antes posible, parece más cerca después de que el Gobierno de Canarias haya comunicado a la institución que le transferirá alrededor de 3,2 millones de euros, procedentes de los recursos adicionales con los que cuenta el Ejecutivo después de que el Estado haya rebajado su objetivo de reducción del déficit.

La solución es más satisfactoria para la Universidad que la opción que manejaba hace solo unos meses: que se le permitiera endeudarse y solicitar un crédito por la cantidad necesaria para acometer el proyecto.

A la cantidad aportada por el Gobierno se suman los 1,7 millones de euros que conforman el superávit de la ULL y que ésta había decidido destinar a la continuación de los trabajos. Acabar Bellas Artes es un objetivo prioritario para la institución académica por dos motivos: el ruinoso estado de las actuales instalaciones y el elevado coste que supondría paralizar la obra, unos cinco millones de euros en concepto de indemnizaciones, según los cálculos que el gerente de la Universidad, Justo Artiles, trasladó el pasado mes de julio a este periódico.

La concesión de los fondos para este proyecto es una de las condiciones que la ULL ha puesto al Gobierno para ser flexible en la entrega de los más de 26 millones de euros que debe recibir del Gobierno después de que el Tribunal Superior de Justicia de Canarias condenara a este por incumplir el acuerdo de financiación de la Universidad.