El discurso con el que el rector de la Universidad de La Laguna (ULL), Eduardo Doménech, abrió ayer el curso académico tuvo el mismo tono reivindicativo y crítico que de costumbre, pero, por primera vez desde hace años, incluyó un mensaje esperanzador respecto a las intenciones del Gobierno canario.

"Ya no podemos más", dijo Doménech en referencia a los esfuerzos que ha hecho la ULL para ahorrar y evitar los despidos y a la posibilidad de que los próximos presupuestos autonómicos contemplen un nuevo recorte a la financiación de la institución. Sin embargo, justo a continuación calificó como una "excelente noticia" que el Ejecutivo se haya comprometido a mantener su política de becas y a renunciar a nuevos ajustes en las universidades.

De hecho, en declaraciones recogidas por Efe, el rector confió en que, tal y como le avanzó ayer el presidente del Gobierno, Paulino Rivero, tenga "al menos el mismo presupuesto" que este año o quizás "un poquito más".

Los anuncios realizados en los últimos días tanto por Rivero como por el consejero de Educación, José Miguel Pérez, llevaron a Doménech a modificar ligeramente el discurso que tenía previsto y a introducir algunas notas tranquilizadoras que, sin embargo, no eliminaron la dureza de sus acusaciones contra la Administración -la acusó de "discriminación" en relación a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria- ni sus sombrías alusiones a lo perjudicial que sería un nuevo recorte presupuestario.

"Después de 30 millones de euros de recortes, nuestra universidad no podrá continuar con el cumplimiento de sus funciones si somos castigados con nuevas restricciones presupuestarias", alertó el máximo dirigente de la Universidad de La Laguna en el acto previo al inicio de la actividad académica.