La incesante sangría que sufrían las plantillas docentes de Canarias desde que se iniciaron la crisis y los recortes se ha detenido. Sea un hecho aislado o no, lo cierto es que el sistema público de enseñanza contará el curso que mañana empieza con alrededor de cien profesores más, una cifra que aún puede incrementarse, dado que los ajustes en los nombramientos no dejan de producirse hasta finales de septiembre.

Los factores que han permitido este aumento son varios. Por un lado, se han incorporado los 123 maestros de Inglés, Francés y Audición y Lenguaje que ganaron su plaza en las oposiciones celebradas en junio.

Pero estos son solo una pequeña parte de los nuevos docentes. La mayoría son interinos. Los nombramientos han sido tan cuantiosos que han posibilitado cubrir los puestos de los jubilados -una cifra que suele oscilar entre los 500 y 700- y producir, además, la mencionada ampliación de las plantillas en cien trabajadores.

El director general de Personal de la Consejería de Educación, Carlos Quesada, explica que, hasta el curso pasado, los recursos disponibles solo alcanzaban para volver a contratar a los interinos que habían trabajado el año anterior, mientras que la cobertura de las vacantes que dejaban las jubilaciones era inviable.

Ahora, las cosas han cambiado. "Los esfuerzos del Gobierno de Canarias en el rigor del tratamiento de los presupuestos más algunas de las medidas que se han ido tomando estos años han permitido que la situación de las cuentas haya mejorado sensiblemente, pese a que sigue siendo una época muy difícil. Se ha podido captar recursos en los créditos con el Estado que permiten mejorar nuestro margen de maniobra", detalla Quesada.

La contratación de nuevos profesores se orientará, fundamentalmente, a reforzar tres áreas: el desarrollo de las competencias básicas en los últimos cursos de Infantil y los primeros de Primaria, englobada en el programa Infancia; la mejora de los centros que trabajan en "zonas de especial complejidad pedagógica"; y la ampliación de la oferta de Formación Profesional, con unas 5.500 plazas más, y escuelas oficiales de idiomas, con unas 600.

"Se ha producido una alianza tácita entre quienes quieren formarse y quienes les ofrecemos oportunidades de hacerlo", comenta Quesada sobre la elevada demanda de formación en niveles postobligatorios -sobre todo FP- que se está registrando. Se trata, añade, de "una oportunidad para salir de la crisis con más éxito y menos abandono", que la Administración busca aprovechar "poniendo todos los recursos disponibles y ordenándolos de forma adecuada".

La mayoría de los interinos nombrados hasta ahora lo han sido para todo el curso y no solo para cubrir bajas. Pero en este último aspecto -las sustituciones- la Consejería pretende aplicar el método de los dos últimos cursos, que posibilitó resolver en gran parte los problemas de años anteriores que tantas quejas habían suscitado. Con la colaboración de los equipos directivos podrá afrontarse esta situación "más allá de los encorsetamientos de la normativa nacional", que retrasa hasta 15 días la sustitución de los docentes.

Las oposiciones casi inviables,

Las probabilidades de que este curso se celebren oposiciones a Secundaria son muy escasas si el Ministerio de Educación no modifica las restricciones a la reposición de plazas, limitada ahora al 10% del total. "De no haber impedimento estatal, convocaríamos, pero nos tememos que los techos de reposición continuarán", argumenta Carlos Quesada. La opinión de la Consejería es que las ofertas de empleo público no deben estar ligadas a las jubilaciones, sino a la necesidad de reducir la tasa de interinidad, que en las Islas supera el 15%.