La práctica de la estimulación basada en el "mindfulness" -atención o conciencia plena- reduce el avance del alzhéimer y también su psicopatología, es decir, los componentes de ansiedad, depresión, delirios y trastornos de conducta en general, según el resultado de una tesis leída en la Universidad de La Laguna.

La tesis de Domingo Quintana ha sido dirigida por la profesora titular de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Laguna María Teresa Miró, quien asegura a Efe que se trata de unos resultados "impactantes".

Para llevar a cabo este estudio, Domingo Quintana, que dirige un centro asistencial de día para personas mayores en Las Palmas de Gran Canaria, evaluó a más de 500 sujetos, de los que seleccionó a 168 para la tesis.

Los pacientes elegidos fueron evaluados y se asignaron al azar a cuatro condiciones, una de ellas control, y estas personas fueron evaluadas y recibieron como tratamiento el que se da en las consultas neurológicas, apunta Miró.

Un segundo grupo lo formaron pacientes que aprendieron técnicas de relajación, mientras que con el tercero Domingo Quintana trabajó en estimulación cognitiva, que es el tratamiento no farmacológico más extendido en personas con alzhéimer.

El cuarto grupo recibió estimulación basada en "mindfulness" o atención plena, que es una habilidad psicológica por la cual la mente se entrena en mantener la atención en lo que se está haciendo en el momento presente.

Al cabo de dos años se observó que los enfermos que recibieron el tratamiento con "mindfulness" la función cognitiva tuvieron un declive mucho menor, y además eran capaces de reconocer que tenían la enfermedad, con lo que es más fácil realizar los ejercicios.

Todos los pacientes fueron evaluados con las mismas pruebas para medir tanto su grado de autonomía como de psicopatología y las funciones cognitivas.

El estudio muestra que con entrenamiento en la técnica de "mindfulness" la tasa global de declive de la función cognitiva de pacientes con alzhéimer es más lenta que en quienes reciben otro tipo de tratamientos.

Además, concluye María Teresa Miró, en los pacientes de alzhéimer que siguen este entrenamiento disminuyen tanto la ansiedad como la depresión y los trastornos de conducta.