Hace unos días declaró que si un esteroide impactara contra la tierra y se exterminara la vida, él sería feliz si ese hipotético cataclismo mundial lo sorprende interpretando la música de Mozart. "Mejor que nos pegue después del estreno de mañana -el Auditorio de Tenerife alberga la puesta en escena de la ópera "Così fan tutte"- o que pase de largo y no caiga ningún asteroide", declaró ayer entre risas el maestro italiano Carlo Goldstein, director musical de un espectáculo que podrá verse en la Sala Sinfónica los días 24, 25, 26 y 27 de octubre.

"Una vez escuché decir a un gran director de orquesta que no todos los músicos creen en Dios, pero todos los músicos sí que creen en Mozart", recuerda Goldstein para marcar el perímetro de su devoción por el compositor y pianista austriaco. "En Salzburgo se respira Mozart; es increíble cómo una ciudad tan pequeña puede transmitir una pasión tan grande", señala un director que apuntaló su amor por la obra mozartiana durante su formación en el Mozarteum de Salzburgo. "Allí no solo se estudia su música, pero Mozart es Mozart", argumenta un joven valor que se hizo con el premio en el International Conducting Competition de Graz en 2009.

Carlos Goldstein cree que "el teatro es el encuentro de las culturas; un lugar para fusionar sensibilidades... Si todas las personas que acuden a un teatro fueran como yo me cambiaría de profesión", revela un director que estuvo al frente de "Così fan tutte" con la Youth Opera en San Petersburgo. La música es un punto de encuentro entre los hombres y no es propiedad de nadie. Este ''Così fan tutte'' es nuestro", explica antes de realizar un nuevo apunte sobre el creador de la música de "Las bodas de Figaro". "Mozart es nuestro; es de Tenerife y de San Petersburgo... Él no es de Austria; Mozart es algo universal", cuenta con emoción un director de orquesta que promete sacar lo mejor de los profesionales de la Orquesta Sinfónica de Tenerife y de los dos repartos que se han conformado con Sofya Nekrasova, Isabel Cañada Luna, Na''ama Goldman, Nauzet Valerón, Giovanni Romeo, Davide Bartolucci, Emilia Calefariu, Guiliana Gianfaldoni, Antoinette Dennefeld, Yasushi Watanabe, Francesco Salbadori y Renato Dolcini.

"El público que venga a ver esta gran producción operística tiene que ser tan exigente como lo soy yo con los intérpretes y los músicos", añadiendo que "esto no es un ensayo de clase. Es verdad que el origen es una ópera estudio, pero lo que vamos a mostrar a partir de mañana en el Auditorio no deja de ser una ópera profesional. Desde el momento en el que alguien se deja un solo euro de su bolsillo en comprar una entrada hay que marcar un compromiso. En este sentido, quiero un público exigente con nosotros. Es verdad que en este proyecto hay mucha juventud, pero en cuanto uno de ellos pise el escenario tendrá que ser valorado como un profesional de la música". El maestro Carlo Goldstein sabe que una de las exigencias que tiene este género musical "es consolidar y renovar las audiencias en todo el mundo", pero "lo más increíble de esta producción es que el más joven de todos es Mozart... Su lenguaje es actual y nadie se atrevería a decir que esta música tiene más de 300 años. Mozart es atrevido, Mozart es renovador, Mozart es un genio... Él es un referente en mi música y eso es algo contagioso. Yo recuerdo algo que ocurrió en torno a Bruno Maderna, que era un gran director de orquesta y compositor italiano, y ''Don Giovanni''... Maderna enfermó de gravedad y los médicos le dijeron que le quedaba poco tiempo de vida. Bruno no salía de su casa, pero las pocas veces que lo hizo fue para dirigir a ''Don Giovanni''. ¡Ese es el poder de Mozart! Él creía que no existía mejor placer que morir junto a esa obra".

Otro de los aspectos que han marcado la trayectoria de Carlo Goldstein tiene que ver con la labor realizada en Rusia, donde el director musical de "Così fan tutte", entre otras, dirigió a las orquestas filarmónicas de Omsk y de Tomsk, a la Bryansk Governor''s Orchestra, la Orquesta de Cámara de Arkhangelsk, la Orquesta Filarmónica y Sinfónica de Murmansk y el Hermitage.

"El teatro es un lugar de encuentro y de esperanza e invertir en cultura es algo que puede salvar a una comunidad a medio plazo", dijo el italiano justo antes de razonar una belicosa comparación. "Winston Churchill decía que si tenía que cerrar los teatros para invertir el dinero en construir armamento para qué demonios servía una guerra. Él creía que una guerra se hacía para defender una cultura y una identidad, pero eso ya lo tenemos en un teatro", concluye Goldstein.

Carlo Goldstein

director musical de la ópera "Così fan Tutte"