"Para los políticos lo más importante son los intereses económicos, no les importa los crímenes que se producen con el pueblo saharaui". Este es el mensaje claro que el joven activista Hasanna Aaliae, de 25 años y condenado a cadena perpetúa en su país, transmitió la semana pasada durante una visita al Archipiélago.

Aaliae, natural del Aaiún, se mostró en desacuerdo con los "abusos" que padecía el pueblo saharaui por parte de Marruecos desde temprana edad, aunque no fue hasta 2005, tras ser arrestado por primera vez en una manifestación pacífica de estudiantes, cuando comenzó su lucha activa.

"Sabía de las cárceles y las torturas a los saharauis, pero nunca me imaginé lo que se sufre hasta que me tocó. Desde la primera vez que me arrestaron y durante las diversas ocasiones en que fui detenido después, sufrí diferentes torturas, desde que me colgaran por los pies y me golpearan por todo el cuerpo hasta dejarme días desnudo en el desierto después de obligarme a tragar a arena", denuncia Hasanna Aaliae.

Pese a estas torturas, el joven continuó con su lucha, marcada, "al igual que la del resto de saharauis por su carácter pacífico".

En octubre de 2011, Hasanna Aaliae, con un visado de tres meses, viajó a España para aprender el idioma, pero al mes "salió mi busca y captura". Tiempo después, "fui condenado perpetua por rebeldía", motivo por el que el joven decidió continuar en España para luchar por los derechos del pueblo saharaui desde aquí e intentar que los políticos internacionales hagan algo por mi pueblo y primen los derechos humanos frente al interés económico", concluye.