Los ganadores de la VL edición del Premio Ateneo de Novela, Lorenzo Luengo, y de la XVIII del Ateneo Joven de Novela, Juan Soto Ivars, han dado con sus obras "dos respuestas diferentes a la crisis", según ha asegurado hoy el editor de Algaida, Miguel Ángel Matellanes.

El editor ha dicho sobre las novelas ganadoras que ambas abordan la crisis "no ya económica, sino la del mundo contemporáneo, casi en el sentido etimológico de la palabra, la crisis de un mundo en el que las antiguas certezas ya no valen".

Luengo obtuvo el Ateneo, dotado con 24.000 euros, con "La cuestión Dante", sobre las conspiraciones políticas que marcaron la segunda mitad del siglo XX, y Soto Ivars el Ateneo Joven, dotado con 6.000 euros, con "Ajedrez para un detective novato", una novela satírica.

Matellanes ha dicho sobre "La cuestión Dante" que trata "sobre esos pequeños e inquietantes misterios" del siglo XX que, por ejemplo, propiciaron que el científico nazi que diseñó las bombas voladoras que amenazaron Londres fuese una pieza clave en el desarrollo del Apolo XI y de la llegada del hombre a la luna, y ha llegado a dudar de que los personajes de esta narración "estén en sus cabales".

Luengo ha explicado en conferencia de prensa que, como demuestran los últimos escándalos de revelación de secretos y de espionaje internacional, "vivimos en sólo una parcela de la realidad" y, de acuerdo con Matellanes, cree que "cuando la realidad deja de ser verosímil surge el conflicto con esa realidad de los personajes" de su novela.

"El mundo es mucho más complejo de lo que parecía; hemos vivido engañados", ha concluido Luengo, quien en su novela también alude a los experimentos de "neuromarketing" que tratan de conducir las demandas de los consumidores en una determinada dirección a base de bombardearlos con imágenes determinadas o subliminales.

Ivars ha asegurado que su novela surgió de la lectura de los titulares de prensa, todos negativos por los efectos de la crisis, y tuvo un acceso de "risa nerviosa", momento en el que se confesó a sí mismo: "Río para no atentar".

El autor ha asegurado que su maestro ha sido Valle-Inclán porque "consiguió escribir de lo que estaba ocurriendo sin hablar de lo que estaba ocurriendo" también en una época de crisis parecida a ésta, por lo que decidió recurrir a la sátira para contar las peripecias de un aprendiz de detective.

Soto Ivars que ha defendido la literatura satírica y el humor en la literatura, asegura que "Jardiel Poncela es uno de los mejores escritores del siglo XX" y, al ser preguntado por el descrédito del humor en la literatura española, ha contestado: "No entiendo cómo hemos llegado a esto; el padre de la novela moderna es El Quijote".