La primera observación de ondas gravitacionales y luz visible procedente de una fusión de estrellas de neutrones ha supuesto, además, la confirmación del origen del oro en el Universo.

El origen del oro en el Universo finalmente ha sido confirmado, después de que una fuente de ondas gravitatorias haya sido vista y escuchada por primera vez por una colaboración internacional de investigadores, y los astrónomos de la Universidad de Warwick desempeñaron un papel principal.

Miembros del Grupo de Astronomía y Astrofísica de la Universidad de Warwick --Andrew Levan, Joe Lyman, Oates y Danny Steeghs--, dirigieron observaciones que capturaron la luz de las dos estrellas de neutrones en colisión, poco después de ser detectadas por ondas gravitacionales, tal vez el fenómeno más esperado en la astronomía moderna.

Enormes cantidades de oro, platino, uranio y otros elementos pesados se crearon en la colisión de estos remanentes estelares compactos y fueron bombeados al universo, desbloqueando el misterio de cómo se forma originalmente el oro que en la Tierra se luce en los anillos de boda y en las joyas.

LA COLISIÓN PRODUJO TANTO ORO COMO LA MASA DE LA TIERRA

Este descubrimiento también ha confirmado de manera concluyente que las ráfagas cortas de rayos gamma son causadas directamente por la fusión de dos estrellas de neutrones.

Las estrellas de neutrones eran muy densas, tan pesadas como el Sol pero con sólo 10 kilómetros de diámetro, y chocaron entre sí hace 130 millones de años, cuando los dinosaurios deambulaban por la Tierra, en una galaxia relativamente antigua que ya no formaba muchas estrellas.

Se acercaron a lo largo de millones de años luz, y giraron alrededor una de la otra cada vez más rápido a medida que se acercaban, girando eventualmente entre sí 500 veces por segundo.

Su fusión envió ondas a través de la trama del espacio y el tiempo, y estas ondas son las evasivas ondas gravitacionales descubiertas por los astrónomos.

Las ondas gravitacionales fueron detectadas por el Observatorio de Onda Gravitacional de Interferómetro Láser Avanzado (LIGO) el 17 de agosto de este año, con una ráfaga de rayos gamma de corta duración detectada por el satélite Fermi dos segundos después.

Según ha afirmado Samantha Oates, "este descubrimiento ha respondido a tres preguntas que han desconcertado durante décadas", como qué sucede cuando se fusionan las estrellas de neutrones, qué causa los estallidos de rayos gamma de corta duración o dónde están los elementos pesados, como el oro. "En el espacio de alrededor de una semana, los tres misterios fueron resueltos", añade.