La celebración del día de difuntos está marcada este año en México por los dos fuertes terremotos que sacudieron el país el pasado mes de septiembre. Las flores, velas y fotografías con las que se recibe a las almas de familiares y allegados muertos que, según la tradición, regresan de visita en estas fechas, están depositadas, en muchas ocasiones, en un altar erigido sobre escombros.