Un hombre, con una aparente urgencia de beber, prefirió obviar el cartel de "cerrado" en su licorería local y probar una estrategia más bélica para entrar. Robó un vehículo blindado de transporte de tropas de su base de entrenamiento militar y trató de embestir el supermercado con él. Los hechos ocurrieron en la ciudad de Murmansk, ubicada en el extremo noroeste de Rusia.

La policía local, que fue llamada por los vecinos, detuvo al hombre mientras se iba con una botella de vino y señaló que estaba "probablemente borracho" antes de robar el vehículo militar.

Al menos un coche fue dañado durante el desplazamiento, ya que el tanque fue conducido erráticamente a través de la ciudad antes de intentar golpear la tienda.

El ejército ruso se ha negado a comentar cómo un civil pudo entrar en una instalación militar y salir con un vehículo fuertemente armado por capricho y sin impedimentos.