La ONU instó ayer a que la nueva estrategia de la comunidad internacional en Afganistán sea más de carácter político que militar, si se quiere tener éxito en los esfuerzos para detener el grave deterioro de la seguridad y estabilidad del país.

El secretario general del organismo, Ban Ki-moon, apostó ayer en una comparecencia ante el Consejo de Seguridad de la ONU por "nuevas estrategias que aborden la necesidad de construir instituciones sostenibles que presten servicios a los afganos, y desarrollen la economía afgana".

"Es evidente que es necesario llevar a cabo una más amplia y eficaz labor civil, para lo que se requiere una mejor coordinación internacional", observó Ban Ki-moon.

Añadió que estas nuevas estrategias deben estar coordinadas para aumentar su efectividad, contar con los recursos adecuados para llevarlas a cabo y asegurar la participación del Gobierno afgano en su desarrollo y ejecución.

"De todos modos, el principal obstáculo que afrontamos no es la falta de estructuras o la escasez de recursos. Es, más bien, una cuestión de voluntad política", aseguró.

En su opinión, "una mejor coordinación basada en la firme voluntad política de los países donantes, así como una sólida labor de las instituciones locales, son las claves para resolver la actual situación".

Apoyo a EEUU

Ban reiteró también su apoyo a los cambios en la estrategia de Estados Unidos en Afganistán anunciada a finales del año pasado por su presidente, Barack Obama, que incluyen una escalada militar y un mayor esfuerzo en la reconstrucción del país.

Asimismo, Ban manifestó su respaldo a la voluntad expresada tras su reciente reelección por el presidente afgano, Hamid Karzai, de combatir la corrupción, promover el buen gobierno y fomentar la unidad nacional.

El secretario general, así como su enviado especial para Afganistán, Kai Eide, que también tomó la palabra durante la reunión del Consejo, destacaron la importancia de la conferencia que tendrá lugar el próximo 28 de enero en Londres para reconducir la situación en Afganistán.

En su intervención, Eide se hizo eco del mensaje del secretario general a favor de "una estrategia de transición" para transferir las responsabilidades al Gobierno de Kabul, al tiempo que reiteró que esta nueva estrategia "debe ser política, y no militar".

En ese contexto, señaló que sólo el 10% de los proyectos de asistencia se han canalizado a través del Gobierno.