Una iglesia de Kuala Lumpur fue atacada ayer con una bomba incendiaria, con lo que son ya cinco los edificios cristianos de Malasia que han sido blanco de acciones similares relacionadas con la decisión judicial que permite usar el término "Alá" también a los no musulmanes.

Un cóctel molotov se estrelló contra la pared de la iglesia de Todos los Santos de la ciudad de Taiping, en el estado de Perak, y no causó daños materiales excepto unas manchas negruzcas en el suelo, según indicaron fuentes policiales. El pasado sábado fue atacada otra iglesia luterana en Kuala Lumpur mientras que el viernes una iglesia protestante fue incendiada y otras dos dañadas, también por el impacto de botellas con combustible, que no causaron heridos.

Los fieles de las iglesias afectadas pudieron ayer asistir a misa sin contratiempos, excepto los parroquianos de Metro Tabernacle, en la capital malasia, cuya primera planta quedó completamente destrozada por la acción de las llamas tras ser atacada el viernes. El primer ministro de Malasia, Najhib Razak, aseguró después de los primeros ataques que había ordenado a las fuerzas de seguridad poner fin a los ataques a iglesias, ya que ponían en riesgo la "armonía racial".

Tras las oraciones del viernes, miles de personas se concentraron frente a la mayor mezquita de Kuala Lumpur para pedir que prohíba citar a "Alá" a los no musulmanes. Estos incidentes tuvieron lugar después de que la semana pasada el Tribunal Supremo anulase la decisión del Gobierno de prohibir el empleo de la palabra "Alá" como sinónimo de Dios. Hace dos años, las autoridades malasias prohibieron que los no musulmanes equiparen a "Alá" con el Dios cristiano después de que así se hiciera en un artículo publicado en el semanario The Herald, al que revocaron la licencia de edición. La dirección de la revista defiende que el uso de la palabra "Alá" no pretende ofender a nadie y que la Biblia en lengua malaya utiliza "Alá" para referirse a "Dios" y "Tuham" para "Señor".