Alastair Campbell, quien fue jefe de prensa del ex primer ministro británico Tony Blair, negó hoy que el Gobierno manipulara el informe sobre las armas de destrucción masiva que se suponía tenía el régimen del ejecutado presidente iraquí Sadam Husein.

El informe había sido elaborado por los servicios de inteligencia para persuadir a la opinión pública de la necesidad de invadir Irak.

Campbell compareció ante la comisión independiente que investiga los motivos que condujeron a la guerra de Irak, el desarrollo de la invasión y el periodo de posguerra, en un testimonio muy esperado, al tratarse de una de las personas más cercanas a Blair en aquellos años.

En su comparecencia insistió en que el documento no se elaboró con la idea preconcebida de justificar la invasión de Irak, sino con la de demostrar la preocupación de Blair sobre los programas de armas de destrucción masiva de Sadam Husein, que nunca aparecieron.

El ex jefe de prensa subrayó que en ningún momento se exageró ese informe, que se publicó seis meses antes del inicio del conflicto y que, entre otras cosas, daba por sentado que el régimen de Bagdad estaba en disposición de realizar un ataque con armamento de destrucción masiva en un periodo de tiempo inferior a una hora.

Campbell, periodista de profesión, admitió que aconsejó sobre la elaboración del texto, pero insistió en que nunca intentó imponer su criterio por encima del de John Scarlett, presidente del Comité Conjunto de Inteligencia (JIC) y máximo responsable del dossier.

"En ningún momento le pedí que engordara, que invalidara ninguna de sus opiniones", aseguró el ex asesor de Blair, quien añadió que "en ningún momento nadie, desde el primer ministro a abajo, le dijo a alguien dentro de los servicios de inteligencia que tenían que adaptarlo para que encajara una u otra opinión. Nunca ocurrió".

Campbell recordó que durante todo el proceso quedó claro que Scarlett fue el autor principal de la elaboración del informe, pero admitió que a principios de septiembre de 2002 presidió dos reuniones para estudiar cómo se publicaría el texto.

"John Scarlett me dijo: ''este es un documento que el primer ministro va a presentar ante el Parlamento, hay una gran expectación en torno a él y necesito un poco de apoyo para la presentación''", recordó el ex jefe de prensa ante la comisión.

Sobre el prólogo al informe, en el que Blair escribió que "sin lugar a dudas" Bagdad disponía de ese armamento, Campbell dijo que él escribió un primer borrador, pero que el ex primer ministro lo "reescribió", y destacó que en ningún momento hubo quejas de los servicios de inteligencia sobre el contenido del mismo.

Ante esta misma comisión hace unas semanas, Scarlett se desmarcó de lo que calificó como "la declaración política" del prólogo, pero insistió en la calidad de la información contenida en el texto.

Sobre la afirmación de que Sadam Husein estaba en disposición de preparar un ataque con armas de destrucción masiva en 45 minutos, Campbell señaló que fue un dato "al que no le dimos muchas vueltas", aunque fue uno de los más repetidos por la prensa británica en los meses que condujeron a la invasión de marzo de 2003.

Además, negó que Blair estuviera convencido de la necesidad de expulsar a Sadam Husein del poder por la fuerza tras una reunión con el presidente estadounidense George W. Bush en su rancho de Crawford y que hasta el último momento confío en que se pudiera solucionar el conflicto a través de las gestiones en Naciones Unidas.

"Parece que quieran que diga que Tony Blair se sumó a la idea de que, al margen de los hechos y de las armas de destrucción masiva, nos vamos a deshacer de este tipo. No fue así", declaró.