Investigadores de Ingeniería Civil y Ambiental de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) han diseñado y patentado una plataforma flotante para aerogeneradores marinos que reduce a la mitad el coste de la energía obtenida con un diseño más eficiente y materiales más económicos y duraderos.

Los investigadores Climent Molins y Alexis Campos han desarrollado esta estructura flotante para aerogeneradores marinos que, según sus autores, logra hacer competitiva la energía eólica flotante en grandes profundidades del mar, a través del ahorro de costes de construcción y de mantenimiento.

El prototipo se llama ''WindCrete'' y es una estructura cilíndrica con un gran flotador y un lastre en la base, que le proporciona autoestabilidad.

Las innovaciones principales de este modelo, respecto de otros similares que hay en el mercado, son la estructura monolítica y sin juntas, y el uso del hormigón como material utilizado para construirlo, según han explicado los investigadores, vinculados en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos de Barcelona.

Usando hormigón y no acero -como se ha estado haciendo hasta ahora-, han conseguido reducir un 60 % el coste de construcción, ya que es un material más económico.

Además, han destacado, el hormigón es más resistente al entorno marino, característica que permite diseñar una estructura con menos necesidades de mantenimiento y con una durabilidad de unos 50 años de vida.

La ausencia de juntas en la pieza también hace aumentar la duración ante los efectos del mar y del viento, y evita los daños que normalmente aparecen en las zonas de transición de las estructuras.

Para diseñar el ''WindCrete'' han utilizado un aerogenerador de 5 megavatios (MW) como turbina y han comprobado que este podría soportar rotores de hasta 15 MW de potencia con un incremento en el coste mínimo, para hacerlo muy más económico.

Según los investigadores, con el nuevo sistema consiguen reducir el coste de la energía eólica obtenida a 12 céntimos de euro por kWh, casi la mitad del precio real que tiene el kWh de este tipo de energía en Canarias (cerca de 24 céntimos de euro), una de las comunidades autónomas que impulsa más decididamente la eólica.

Los investigadores también han previsto que, teniendo en cuenta la larga vida útil de este prototipo, es viable una posible sustitución de la turbina por otra con más potencia y, por tanto, más rentable.

Otra ventaja es que las plataformas offshore (parcialmente sumergidas) de este tipo necesitan una profundidad mínima para poder ser instaladas, y en el caso del ''WindCrete'' ha calculado que serían unos 90 metros y no hay una profundidad máxima a la que se puede instalar.

El prototipo se ha desarrollado en el marco del proyecto europeo ''Alternative floating offshore substructure for offshore wind farms'' (AFOSP), que se lleva a cabo en el marco del KIC-Innoenergy en colaboración con el Instituto de Energía Eólica de la Universidad de Stuttgart y Gas Natural Fenosa.

Para poder comprobar el comportamiento de la plataforma y su sistema de amarras en un ambiente que simula el mar, también han realizado ensayos en el canal de oleaje del Laboratorio de Ingeniería Marítima (LIM) de la UPC, utilizando un prototipo WindCrete a escala 1:100.

El modelo ''WindCrete'' ha sido incluido en un informe, elaborado por la asociación de expertos en sostenibilidad energética ''Carbon Trust'' y publicado por el gobierno escocés, sobre el estado actual de la tecnología eólica flotante.