Doña Manolita, La Bruja de Oro y... las gasolineras del grupo González, en el Sur tinerfeño. El idilio con la suerte que tiene el propietario de varias estaciones de Repsol en Arico, pero, sobre todo en Granadilla (La Chasnera), comienza a acumular ya tantas evidencias que será un poco pecado, desde ahora, pasar por ellas y no parar a comprar algún número para Navidad, por mucha cola que haya.

Es verdad que, a medida que una administración de lotería o puesto habitual de venta va sumando premios, adquiere más números y series, lo que, aunque no siempre, se traduce también en más galardones. De hecho, el Gordo de ayer (el 71198) volvió a caer en ese nombre ya mítico, por inmejorable, de municipio (Sort), en Lleida, y en su bruja más querida, así como en la legendaria Manolita de Madrid. Pero también en la gasolinera La Chasnera, del citado grupo, agigantando un poco más, aunque solo fuera con un décimo, su creciente prestigio como gruta hacia la diosa Fortuna, que tantos agujeros tapa en estas fechas.

Y es que, más allá de esos 400.000 euros puntuales del Gordo, las gasolineras más famosas ya de la Isla volvieron a estar en boca de todos los que siguieron el sorteo porque, bien con segundos, cuartos o quintos premios, su nombre fue saliendo constantemente en los sitios web, televisiones, radios o redes. Es más, solo La Chasnera repartió 3,29 millones, lo que no solo representa la inmensa mayoría de los 3,344 que se fueron a la, últimamente, muy agraciada comarca Sur, sino buena parte de los 4 millones de toda la provincia tinerfeña.

Los demás pellizcos sureños se fueron a las zonas aroneras de Buzanada, Las Américas y Las Galletas; a San Isidro (Granadilla) y Los Abades y El Porís (en Arico).

También hubo suerte en La Laguna, con unos 387.000 euros (siempre sin atender a la pedrea), repartidos entre Alcampo, el mercado y Las Canteras, con varios décimos del segundo premio (51244) y de dos quintos (00580 y 22253). A diferencia de Santa Cruz y Tegueste, donde no tocó nada, en El Rosario también cayó un décimo de máquina 58808 (quinto premio), mientras que, en el Norte, la cifra fue de 233.000 euros. Una cantidad repartida con un segundo premio en Santa Úrsula (125.000 euros), 16 décimos del 58808 (96.000 euros) en La Cruz Santa (Los Realejos) y pellizcos de 6.000 en el Puerto de la Cruz y San Juan de la Rambla.

Menos suerte hubo en las otras islas: en La Palma cayeron 6 décimos de un quinto (36.000 euros) y, en La Gomera, solo 6.000 en Valle Gran Rey.

Las fiestas de Arguayo rozan el Gordo

Siempre se habla de los números premiados y de sus afortunados, sobre todo del Gordo (como en la foto), pero pocas veces de los que se llevan un "palo" más que considerable por adquirir la cifra previa o posterior a ese décimo, con 400.000 euros. Y eso es lo que ocurrió ayer en Arguayo, célebre barrio de Santiago del Teide. Los organizadores de las fiestas locales compraron y distribuyeron el 71179 sin saber que el Gordo prefirió esa combinación, pero con un 8 final. Al menos, y de consolación, en estos casos hay premios por aproximación (de 2.000 euros), aunque las maguas son comprensibles.

Compran un décimo del Gordo en Lugo por el Tete

El partido del Tenerife en Lugo no fue muy edificante para los chicharreros, pero, desde ayer, se convirtió en inolvidable para una pareja de aficionados blanquiazules que acompañaron al equipo y que adquirieron, como recuerdo, intuición o enamoramiento, el 71198. Una elección que se tradujo en 400.000 euros con los que, quién sabe, quizás viajen más con el "Tete" y con la misma suerte, aunque ojalá también para el club. Asimismo, un joven de La Corujera (Santa Úrsula) compró en Cuesta de la Villa un décimo del segundo y lo vendió a otros 10 amigos que, por una módica cifra, han ganado 11.623 euros.

A Alexis Ramallo le llega una señal del cielo

De las curiosidades más emotivas en la provincia, sobresalió ayer la explicación que dio el joven Alexis Ramallo, galardonado con un décimo del segundo premio (120.000 euros) que adquirió en el estanco Arvelo, en La Laguna. El 5 de diciembre de 1944, su padre nacía y, por desgracia, murió hace un año y medio. Alexis buscó el número equivalente de esa fecha de nacimiento y Fortuna, esa tan evocada diosa romana, le regaló ayer no solo un buen alivio económico, sino un momento inolvidable que, por supuesto, resumió desde lo más hondo de su ser con un tributo padre: "Es una señal del cielo", dijo a la prensa. Y qué señal.