El papa convocó durante el Ángelus de ayer una jornada de oración y ayuno por la paz para el próximo 23 de febrero, el viernes de la primera semana de Cuaresma, inicio de la preparación de la Semana Santa.

Ante 20.000 personas reunidas en la plaza de San Pedro, según los cálculos de la Gendarmería vaticana, el pontífice señaló que esta jornada por la paz será ofrecida "en particular por la población de la República Democrática del Congo y la de Sudán del Sur".

Así, invitó "a todos los hermanos y hermanas no católicos y no cristianos" a asociarse a esta iniciativa "del modo que consideren más oportuno". El pontífice instó a preguntarse en su conciencia delante de Dios: "¿Qué puedo hacer yo por la paz?". Señaló que cada persona "puede decir concretamente no a la violencia".