La borrasca Félix, que ha dejado un severo temporal marítimo en casi toda España la semana pasada, se aleja de las costas aunque a partir del miércoles la llegada de Gisele, otra tormenta profunda, volverá a dejar vientos huracanados, intenso oleaje y precipitaciones.

La borrasca es, de momento, bastante profunda y ya está dejando avisos generalizados para ese día, ha avanzado a EFE, Delia Gutiérrez, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología(Aemet) para avanzar que mañana será un día de transición antes del miércoles, día de la llegada de Gisele.

En cuanto a la trayectoria de la borrasca, Gutiérrez ha subrayado que será muy similar a la última, por lo que previsiblemente alcanzará la península por el oeste peninsular, aunque el cuerpo de la borrasca terminará afectando a todo el país y se alargará hasta el fin de semana.

"Pegará más de lleno en la costa atlántica, mientras que la cantábrica y la mediterránea quedarán más refugiadas de los efectos", ha señalado la portavoz.

El miércoles, con 32 provincias, por ahora con aviso naranja o amarillo por lluvias, viento y oleaje, se prevé que sea el día más fuerte mientras que el jueves y viernes, aunque toda la península seguirá de manera muy clara bajo la influencia de la borrasca, los pronósticos anuncian menor intensidad.