Expresidentes de cabildos de islas no capitalinas han suscrito un manifiesto en el que afirman que la pugna entre Tenerife y Gran Canaria por el poder económico y político ha derivado en un centralismo "ciego y asfixiante", y consideran absolutamente innecesaria la reforma electoral.

Esta consideración se incluye en el manifiesto "Islas" que han entregado al presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, los representantes y anteriores ocupantes de la Presidencia del Cabildo de El Hierro, Tomás Padrón; Gerardo Mesa, de Fuerteventura, y Gregorio Guadalupe de La Palma, y al documento también se sumó Antonio Lorenzo, de Lanzarote, que no pudo acudir.

El Cabildo de La Gomera acogió el encuentro entre los expresidentes de los cabildos de las islas no capitalinas que desempeñaron el cargo durante el inicio de la etapa democrática y que se acercaron hasta la isla para rendir homenaje al expresidente gomero fallecido, Antonio Plasencia.

En el acto entregaron a Casimiro Curbelo el manifiesto "Islas" en el que, entre otros asuntos, rechazan los criterios que contempla la reforma electoral, sobre la que el presidente gomero insistió en que no comparte los criterios planteados ya que se rompe el pacto social suscrito en 1983 y se echa por tierra el sistema de equilibrios sobre el que se construyó la autonomía.

Curbelo se comprometió a dar traslado del documento a la Federación Canarias de Islas (Fecai) para su estudio y debate durante su próxima reunión.

Por su parte, el expresidente herreño, Tomás Padrón, recordó el inicio de la preautonomía como una etapa de recelo y pleito interinsular, donde las islas menos pobladas recibían muy pocos fondos "y nos vimos en la obligación de reunirnos los presidentes de los cabildos para acordar medidas que atendieran a nuestras necesidades reales”.

Aludió al avance logrado en estos años, aunque lamentó “la actitud centralizadora de las dos islas capitalinas en lo político y en lo económico que sigue manteniendo peligrosos porcentajes que generan desigualdades”.

En el manifiesto se indica que la pugna entre las dos islas capitalinas por disputarse el mayor poder económico y político provoca un afán acaparador de bienes, infraestructuras y servicios que derivan cada vez más en un centralismo ciego y asfixiante, no solo entre las dos islas centrales y las cinco periféricas, sino también en el propio territorio insular de las dos mayores.

Canarias sigue teniendo pendiente la fórmula institucional adecuada que dé respuesta a su problema político-administrativo, que muchas veces origina el enfrentamiento entre sus islas, crónico problema canario de ayer y de hoy, que se nutre de elementos económicos, geográficos, sociales y de hegemonía política, añade.

Los expresidentes defienden la figura de los cabildos como pilares básicos de una autonomía canaria descentralizada y equilibrada en su desarrollo porque en su opinión, se ha centralizado y duplicado, generando desigualdad y categorías diferentes de canarios, según el territorio donde habiten.

"Ley de sedes excluyentes, doble sede de presidencia, doble sede de consejerías, doble capitalidad, doble sede de los servicios de seguridad y emergencias 112, doble sede de la TVC y radio autonómica, doble sede del operador de los sistemas eléctricos canarios, son entre otros servicios acaparados y duplicados, motivos para reflexionar y afrontar con valor y coraje un proceso descentralizador en todas las áreas", afirman.

La descentralización político-administrativa tiene pendiente su modelo de desarrollo definitivo en la autonomía canaria, desarrollada siempre con temor y reticencias "sin llegar a entender con claridad que somos un pueblo, pero también volcán y archipiélago", se indica.

Añaden los expresidentes insulares que en Canarias hoy es absolutamente innecesario e ineficaz modificar los criterios de representación en la futura Ley Electoral con el exclusivo fin de dar mayor presencia política a las islas mayores, sin considerar nunca otras alternativas posibles y no la única, la del aumento de diputados, cuando pareciera más racional plantear su reducción.

"Somos islas y, como canarios, aspiramos a vivir en cada una de ellas en igualdad de condiciones. Busquemos entre todos una descentralización generosa, que permita conseguir una identidad insular conjuntándola con el reto histórico de Canarias como pueblo", proclama el manifiesto.