Hay frases que corren el riesgo de caducar por efecto de una actualidad política que está marcada por la moción de censura a la que se enfrenta Mariano Rajoy, un material tan sensible que puede modificar la lectura de una entrevista que empezó a tomar cuerpo antes de que el pasado viernes el presidente nacional acusara al socialista Pedro Sánchez de "debilitar al país". Más que temor, su rostro destila las dudas del que no sabe cómo va a evolucionar el siguiente capítulo de un guion en el que en menos de 48 horas varios de sus actores principales pasaron de festejar el complejo encauzamiento de las cuentas estatales más generosas con este Archipiélago de la era democrática a sentir la incertidumbre de no saber si los casi tres mil millones de euros comprometidos -el crecimiento con respecto al ejercicio anterior se situó en un 8,6%- se convertirán en las "cuentas de la lechera" por efecto de otra crisis nacional que germina cuando el Día de Canarias anuncia el cierre del mes de mayo. "Lo que menos me importa en estos momentos es quién se quiere poner la medalla de los PGE", sostiene Fernando Clavijo en referencia al rédito que políticos de diferentes siglas han querido sacar en relación a unas partidas que vuelven a estar en el aire. "El riesgo de convertirnos en un país tan inestable como Italia es bastante elevado", avanza sobre una guerra de intereses que acaba de comenzar.

Sus gestos filtran una hiperactividad reconocida que contrasta con el carácter dialogante de un presidente que está dispuesto a repetir en el cargo si encuentra el respaldo de su familia y de su partido. "Me gustaría culminar los proyectos que están en marcha y los que ya vienen de camino con otra legislatura, pero eso es algo que no depende de mí", admite justo en el ecuador de un mandato que defiende con la tenacidad de los que ocupan un fuerte que está siendo asediado por los indios. "Haber sido alcalde de La Laguna ayuda a sobrevivir en situaciones que ahora tienen un calado mayor, pero que también son complejas. De hecho, José Alberto ya hace tiempo que me llama examigo", cuenta con cierta ironía.

No sé si a estas alturas de una legislatura en la que ha pasado de todo se puede tirar de la frase que apunta a que "mejor solo que mal acompañado".

Yo me quedaría con la parte de mejor solo, lo de mal acompañado no lo diría porque uno tiene que ser honesto consigo mismo a la hora de admitir que el PSOE no fue una mala compañía. Sí que hubo diferencias y tensiones, pero nada más. ¡Mejor solo! A pesar de ese revés hemos podido desarrollar nuestro programa electoral al completo y en áreas concretas como en carreteras y en sanidad se perciben los cambios de la nueva gestión. Las cosas van saliendo adelante gracias a la apuesta por el diálogo que ha realizado nuestro grupo político en el Parlamento.

Muchos ciudadanos estaban convencidos de que sin ese apoyo su gestión no saldría adelante.

Para que sucedan cosas hay que poner los medios para que pasen. Nada ocurre por casualidad. Eso implica muchas horas de trabajo y tener cintura política para esquivar las situaciones de riesgo o acercarte a posiciones que solo persiguen el interés general de los canarios. Al final los asuntos que tienen cierta lógica caen por su propio peso. Es cierto que en ocasiones he tenido las manos más atadas, porque las decisiones las tomaban dos, pero el diálogo es algo que he colocado en un lugar preferente desde el primer día que accedí a la presidencia.

¿Esa visión de "gobierno sobre el alambre" que algunos parlamentarios denuncian de manera continuada contrasta con la solvencia con la que saca adelante leyes, medidas, presupuestos...?

Los esquemas de las políticas tradicionales han caído... A pesar de que todavía hay gente que cree que un gobierno es débil y frágil porque no tiene garantizado el apoyo de 31 votos, hoy se puede gestionar una comunidad desde el consenso para lograr acuerdos que obtienen el respaldo de más de esos 31 votos a la hora de aprobar una Ley del Suelo, un crédito extraordinario o unos presupuestos. Las viejas mayorías absolutas ya son historia y la pluralidad política ha llegado para quedarse... Hoy en día los acuerdos entre dos no son una garantía de gobierno y, por lo tanto, hay que buscar posiciones de consenso. Si queremos que las cosas vayan bien la única moneda de cambio es el diálogo. Lo otro, la ingobernabilidad y el caos, es relativamente sencillo de conseguir cuando alguien se limita a destruir todo lo que tiene a su alrededor.

Uno de los debates en los que no ha habido acuerdo es el que está vinculado con la reforma electoral. ¿Cómo se tienen que tomar los canarios que ese asunto se "arregle" lejos del Archipiélago?

Eso no es lo habitual, pero yo lo avisé desde el principio: si otros tienen los apoyos, que lo saquen. Si tienes el respaldo de la ciudadanía vas a ganar sea cual sea la reforma electoral. Las cámaras, al final, representan a los territorios y a la gente. Yo siempre pongo como ejemplo los dos millones de votos menos que sacó Donald Trump con respecto a Hillary Clinton y entonces nadie se cuestionó que pudiera gobernar. Si ellos la quieren cambiar porque aquí no tienen los votos suficientes y lo que pretenden es que sea Madrid el que decida, que la cambien y, de paso, le explican a la ciudadanía en qué momento decidieron reducir el número de parlamentarios de 60 a 50, que es lo que anunciaron en su programa electoral, y ahora lo suben a 70.

Para alguien que tiene muy presente el diálogo como una herramienta de trabajo, ¿qué supone este enquistamiento; cómo debe interpretar el ciudadano esa ausencia de consenso?

Nosotros insistimos en buscar otras vías como alternativa. Este sistema ha permitido que Canarias evolucione favorablemente en los últimos 30 años, que existiera un equilibrio entre población y territorio y, sobre todo, no se han dado conflictos territoriales a lo largo de la historia de la Democracia y de nuestro Estatuto de Autonomía. Coalición Canaria ha defendido claramente que había que bajar los topes para encontrar mayor pluralidad: sin entrar a valorar si es más o menos justo, este modelo le resta peso a las islas que están menos pobladas y se lo entrega a las que más carga demográfica tienen, que es donde se van a poner más candidatos. La pelota está en su tejado, no en el nuestro.

¿Coalición Canaria va a cambiar su estrategia electoral para hacer frente a esa remodelación?

No, nosotros tenemos nuestros estatutos y habrá que nombrar una lista más que deberá ser aprobada por el consejo político nacional.

Al margen de las cuestiones ya resueltas, y esta que parece que se aclarará en un escenario distinto al habitual, ¿qué espera de la segunda parte de legislatura?

Hay tres escenarios de actuación de aquí a que termine la legislatura: uno está en Europa, el otro en España y el tercero en Canarias. En Europa estamos negociando el nuevo periodo presupuestario post 2020, que la salida del Reino Unido perjudique lo menos posible al Archipiélago y desde la presidencia de las RUP hemos adoptados las medidas para que no nos recorten los fondos europeos. El segundo escenario se concentra en torno a nuestra relación con el Estado. Una vez se aprueben los PGE (las heridas abiertas a partir del instante en el que Pedro Sánchez manifestó su intención de presentar una moción de censura a Mariano Rajoy se analizarán en profundidad en las próximas horas), el siguiente reto es ratificar nuestro Régimen Económico y Fiscal de Canarias y un Estatuto de Autonomía que, a su vez, blinde el REF para que siempre esté fuera de la financiación autonómica. Eso es lo que va a garantizar que los canarios vamos a estar en igualdad de condiciones que el resto de los españoles para lo que esté por venir: financiación autonómica, reforma de la Constitución y el resto de los asuntos de calado nacional. Hasta nos hemos movido en un escalón por debajo del resto del país con la excusa de que nosotros teníamos el REF y no podíamos comer del mismo plato, es decir, que tú comes menos porque ya te estamos alimentando por otro lado. De eso nada. El REF es una herramienta que me tiene que servir para ser igual que un ciudadano de la Península. Lo más sencillo es decir que nuestros indicadores son peores que los de los demás, pero eso ocurre porque tu padre no te ha dado el cariño y los mismos cuidados que sí recibieron sus otros hijos. De ahí, nuestra preocupación por lo que está sucediendo hoy (por el pasado viernes) en Madrid. Y el tercer escenario lo tenemos en el Archipiélago. Está siendo una legislatura movida, pero hemos querido simplificar la administración con medidas como la Ley de las Islas Verdes y la Ley del Suelo, que facilitan las inversiones y las actividades económicas, y en la última parte de esta gestión toca la Ley de los Servicios Sociales, que es algo fundamental para el reconocimiento de los derechos de los ciudadanos en el momento que lo están pasando mal y la posibilidad de exigirlos, que es algo que en la actualidad no está ocurriendo. Crear este escenario nos va a permitir concertar con el tercer sector.

¿Los conciertos han sido otra de las aristas que se ha encontrado en lo que lleva de mandato?

Cuando era alcalde de La Laguna se firmó con Cruz Roja un contrato de vigilancia de las piscinas. La Ley de Concursos provocó cambios a la hora de licitar el servicio y Cruz Roja lo perdió. A partir de ese instante aparecieron unas empresas con criterios economicistas que se vincularon con el tercer sector, pero que ofrecían bajos salarios a sus empleados y una nula integración social. La nueva ley viene para solucionar esos déficits y algunos más: catálogo de recursos y unos costes efectivos que en los próximos años nos van a obligar a subir los conciertos para que las ONG puedan cobrar el servicio que realmente prestan.

La sensibilidad que existe en dependencia o sanidad hace que se tengan que redoblar los esfuerzos, ¿hay consejerías que preocupan más que otras?

Preocupan todas por igual. Es verdad que las estadísticas tienen un gran impacto en la sociedad. Sobre todo, cuando se utilizan de forma interesada. En todos los indicadores hemos mejorado; antes estábamos peor. En el capítulo de empleo, por ejemplo, antes éramos los últimos en desempleo y ahora estamos los cuarto por la cola. Éramos los últimos en dependencia y ahora estamos los terceros. Los medios de comunicación tienen la misión de transmitir lo que afecta a la ciudadanía. Su periódico esta semana sacó en portada que en Canarias se esperan 177 días para ser operados. Pues eso es verdad. Lo que ocurre es que en la misma información también se hacía referencia a que Canarias era la comunidad que más había reducido las listas de espera para ser intervenido. Esas dos realidades conviven en una sola información: es cierto que llevamos tiempo avanzando, pero no podemos ocultar esos 177 días de lenta espera. Contra esos datos lo único que podemos hacer es continuar trabajando. Esto no lo vamos a cambiar en seis meses o en un solo año. Baltar es un gran gestor y el trabajo que está haciendo terminará dando buenos resultados.

Hasta el pasado viernes no se ha manifestado con tanta claridad sobre la posibilidad de repetir en el cargo. "¿De manera indirecta me está preguntando si me volvería a presentar como candidato a la presidencia del Gobierno de Canarias?", nos devuelve la pregunta Fernando Clavijo cuando sobre la mesa se ponen los contenidos de encuestas sobre intención de votos. "Ahora mismo todas están en clave nacional, es decir, condicionadas por el artículo 155, la salida de Cifuentes del Gobierno de la Comunidad de Madrid o la crisis que se acaba de abrir con la moción de censura. Queda mucho tiempo por delante para valorar unos datos que sí tenemos, pero que nunca hemos comentado. Al final, al votante canario lo que le preocupa es lo que va a suceder en su ayuntamiento, en su cabildo o en el ejecutivo regional", enumera antes de aclarar un poco más su futuro. "He hipotecado el tiempo de mi vida familiar por esto, pero si me dejan vuelvo a repetir. Cuando digo si me dejan quiero que quede claro que esa es una decisión que, primero, tengo que tomar con la familia antes de ser sometida a la voluntad de mi partido. Uno tiene sus días. Unos mejores que otros, pero sus días y mentiría si le dijera que no me gustaría culminar con otros cuatro años de gobierno los proyectos que ya están en marcha y otros que lo estarán en breve. Yo no pretendo pasar a la historia por ser el mejor presidente que ha tenido Canarias, me conformo con ser un buen padre y marido", reivindica un aficionado al "runner" que de vez en cuanto suele sorprender con marcas como la que hizo en la última edición de la Binter NightRun. "Soy hiperactivo. Cuando era pequeño mi madre me llevó al médico porque no dormía. Fuimos a la consulta del doctor don Escolástico pensando que me pasaba algo malo y salimos de allí con la receta de unas pastillas. El médico le dijo que al niño no le pasaba nada, pero que a ella le iba a mandar ese medicamento para que se lo tomara con tranquilidad. Duermo poco y me gusta correr. Es una manera de liberar tensiones", desvela un político que cree que "los canarios nos hemos quitado los complejos. Cuando nos tratan con justicia somos capaces de todo. Incluso, podemos llegar a la NBA".

El peligro de la desconexión del "brexit"

"No queremos perder ayudas europeas. Para que la gente nos entienda, cada año vienen a Canarias unos 600 millones de euros en ayudas que estamos defendiendo desde la presidencia de las RUP. El reto es que la desconexión del "brexit" no suponga un debilitamiento a la hora de repartir fondos".

"No tenemos miedo a la Ley Electoral"

"Lo he repetido en varias ocasiones y lo vuelvo a hacer. Nosotros no vamos a condicionar el Estatuto de Autonomía a la Ley Electoral. Que hagan lo que les dé la gana de hacer. No tenemos miedo. La Ley Electoral no es un asunto importante en estos momentos para los canarios. El apoyo de la ciudadanía es el que te permite ganar o perder unas elecciones. Hay otros asuntos que estamos negociando actualmente con Madrid que sí que son prioritarios".

"Quien venga ofreciendo milagros está mintiendo"

"Los discursos en materia educativa, de dependencia y en el sector sanitario están sujetos a múltiples interpretaciones, muchas de las cuales no pueden ser consideradas porque son falsas. En política no existen pócimas mágicas: quien venga ofreciendo milagros está mintiendo".

"Sabremos manejar con solvencia los PGE de 2018"

"La falta de tiempo es nuestro enemigo principal, pero la alta capacidad de trabajo y preparación de los funcionarios de la administración canaria darán respuesta a las necesidades de una comunidad que ya el año pasado logró ejecutar el 96,7% de nuestro presupuesto. Y eso que algunos de los convenios que se están acometiendo en 2018 se firmaron en diciembre del pasado año. Sabremos manejar con solvencia los PGE cuando se firmen unas cuentas que son muy esperadas".