Una gran fiesta en el estadio Santiago Bernabéu ante miles de aficionados del Real Madrid, cerró el día de celebraciones del club blanco tras conseguir el pasado sábado su decimotercera Liga de Campeones después de ganar 3-1 al Liverpool en Kiev.

El campo madridista fue el escenario elegido para culminar una tarde mágica para el Madrid. Pero no solo para la sección de fútbol, también para la de baloncesto, que hace una semana ganó su décima Copa de Europa tras vencer en Belgrado al Fenerbahce.

Jamás, ningún club con anterioridad, había conseguido levantar los máximos trofeos continentales en una misma temporada. Esta semana ocurrió lo que nunca había pasado. El Real Madrid, en siete días, ganó la Copa de Europa de baloncesto y la de fútbol.

El césped del Bernabéu fue el lugar donde confluyeron las dos plantillas para ofrecer sus títulos a los hinchas blancos, que antes llenaron los alrededores de la Catedral de la Almudena, la Puerta del Sol y la Plaza de Cibeles.

Miles de personas quisieron ver a sus ídolos con el trofeo de la Liga de Campeones bajo el brazo y todas se juntaron en el Santiago Bernabéu en una jornada en la que Cristiano Ronaldo acaparó casi todos los focos después de sus declaraciones tras la final de Kiev en las que insinuó que abandonará el club.

Ya en el Bernabéu, primero fue homenajeada toda la plantilla de baloncesto. Después, uno a uno, fueron apareciendo todos los jugadores del Real Madrid y fueron muy ovacionados Keylor Navas y Grath Bale, autor de dos de los tres goles de la final.

Pero el primero en aparecer, aclamado, fue el entrenador Zinedine Zidane. Bajó el sonido de "Seven Nation Army" de The White Stripes, que acompañaría a cada jugador que después salió al campo, el técnico francés fue ovacionado por sus hinchas.

Por orden, salieron Luca Zidane, Dani Ceballos, Mateo Kovacic, Isco Alarcón, Borja Mayoral, Marco Asensio, Achraf Hakimi, Marcos Llorente, Lucas Vázquez, Theo Hernández, Casemiro, Kiko Casilla, Gareth Bale, Luka Modric, Toni Kroos, Nacho Fernández, Raphael Varane, Jesús Vallejo, Dani Carvajal, Keylor Navas, Karim Benzema, Cristiano Ronaldo y Sergio Ramos.

La aparición de Cristiano fue la más celebrada por el público. Envuelto en la bandera de Portugal, primero enumeró con sus dedos las cinco Ligas de Campeones que ha ganado a lo largo de su carrera (una con el Manchester United y cuatro con el Real Madrid). Después, se besó el escudo y desató la locura en el estadio. Al instante sonó un "Cristiano quédate" y la mayoría de sus compañeros le rodearon y acompañaron el cántico de la afición. Después, el jugador luso culminó su discurso. "Muchas gracias, esto para mí es muy importante. Me siento a gusto con la pasión que demostráis siempre", manifestó.