La portavoz del grupo popular en el Cabildo de La Palma, María de Haro, ha denunciado el retraso que están sufriendo causas judiciales en los juzgados de la Isla por la lentitud en la notificaciones legalmente establecidas para hacer efectivos los turnos de oficio.

De Haro, abogada de profesión, informó en sesión plenaria de que una sola persona que trabaja en Secretaría del Cabildo se encarga de las notificaciones de unos 2.000 expedientes al año, "cuando cada expediente necesita de unas cuatro notificaciones de promedio". Esta carga de trabajo hace que el funcionario responsable "se vea desbordado para poder cumplir con la celeridad que se necesita", lo que se traduce "en una ralentización notable" de causas judiciales.

La solicitud por razones económicas de un turno de oficio (abogado y procurador) es analizada por una comisión en la que están representadas diferentes administraciones, entre ellas la institución insular a través de su secretario, que es el que asume las tareas de las notificaciones. "Se han incrementado de forma considerable las solicitudes del turno de oficio. En diez años se han pasado de 200 peticiones a 2.000, por lo que es materialmente imposible que una sola persona se pueda encargar de todas las notificaciones", subrayó la portavoz del PP.

De Haro solicitó al presidente insular, Anselmo Pestana, que se ponga en contacto con la Consejería de Justicia del Gobierno de Canarias para que refuerce el servicio de notificación con al menos otro trabajador. "Estoy convencida de la buena predisposición del Gobierno de Canarias para colaborar y mejorar el servicio, pero mientras no se comunique lo que está ocurriendo, los asuntos seguirán parados en los juzgados y los ciudadanos esperando por sus derechos", sentenció.

La consejera del PP explicó que "cada expediente tiene de media unas cuatro notificaciones, pero hay que tener en cuenta que cuando un abogado o procurador se puede dar de baja, por ejemplo, se generan más notificaciones", lo mismo que ocurre si el cliente "no está de acuerdo con el nombramiento y renuncia". Y es que "no solo son las notificaciones habituales sino también las incidencias que se registren".

María de Haro sostiene que "debemos ponernos" en la piel "de la persona que está a la espera de un juicio , con todo lo que ello conlleva, y que ve frenada la causa por una deficiencia de la administración que se puede solucionar de una forma tan sencilla como es el caso".