Porque hoy España parece que va a saltar en pedazos. Estoy escribiendo éste artículo el Día de Canarias. El día de una comunidad que festeja el 35º aniversario de la constitución de su Parlamento. Una comunidad en la que, al decir del señor López Aguilar cuando era secretario general de los socialistas canarios, la corrupción era una de las principales señas de identidad. También don Ángel Isidro Guimerá en este periódico el 19 de febrero de 2006.

Estamos en un proceso, otro más, de moción de censura contra el presidente del Gobierno del Estado, señor Rajoy (moción de censura que quizá nos haya reportado por primera vez, cuando este artículo vea la luz, un presidente que no es diputado del Congreso). Ahora es por la sentencia de la Audiencia Nacional que viene a considerar como hechos probados la financiación irregular del PP, e inducir que la declaración como testigo de don Mariano Rajoy es de dudosa verosimilitud.

Tenemos, además, una carajera montada en el Congreso y en el Senado con comisiones de investigación, respecto de la financiación de partidos políticos, que causan vergüenza. "Si quieres que algo no funcione, crea una comisión". Pues eso ¿Qué pretenden los partidos políticos con tales comisiones? Zaherirse unos a otros. Sólo eso. ¿Erradicar malas prácticas? En absoluto. Para ello, de entrada, haría falta una gran dosis de educación en los comisionados; y eso sí que se manifiesta como una utopía.

¿Qué pretenden corregir los partidos políticos que constituyen el arco parlamentario? A lo largo del mes de abril de 2007 el Congreso de los Diputados acordaba, en el debate de los presupuesto generales de 2008, incrementar en un 20% la asignación a los partidos políticos. Y acordaba más: "la condonación de créditos a los partidos políticos por parte de las entidades financieras que se los tienen asignados" ¿Acaso esto no era corrupción política?

Al respecto decía yo, en esta columna, el 5 de mayo de 2007: "A partir de ya, como aquel que dice, y de un pretérito inmediato (La Caixa-Partido de los Socialistas Catalanes), las entidades financieras podrán "perdonar" a los partidos políticos el pastón que les entregan. Imagino que a unos más que a otros. Esto es, más "perdón" a los que gobiernan o estén en condiciones de gobernar. ¡Ya no serán necesarias "Filesas" para financiar inconfesables actividades de partido! (?) Ahora, cuando empezamos a efectuar la declaración de la renta, sobre todo la clase media y media-baja, que somos los contribuyentes reales al fisco, tenemos que conocer estos desmanes de los partidos políticos y el más que posible traspaso a la cuenta de "incobrables" de las entidades financieras de miles de millones disfrutados por esos partidos políticos que habrían de constituir la columna vertebral de la Democracia".

Han transcurrido más de diez años. ¿Dónde estamos?