El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dado instrucciones para que España "cumpla con los compromisos internacionales en materia de crisis humanitarias" y acoja al barco Aquarius, en el que se encuentran más de 600 personas abandonados a su suerte en el Mediterráneo.

El Gobierno informa en un comunicado de la decisión del jefe del Ejecutivo y adelanta que el destino del buque será el puerto de Valencia.