El juez de guardia en Las Palmas de Gran Canaria decidió trasladar el caso de la mujer encontrada muerta el viernes pasado en su domicilio tras una deflagración de gas al Juzgado de Violencia sobre la Mujer, al apreciar "indicios contundentes" de que se trata de un homicidio. El cuerpo de la mujer, Marisa A.R., de 49 años, fue rescatado de su casa en el barrio de La Matula después de la explosión de gas butano que se registró en su interior, en la que también sufrió quemaduras graves su marido, que ahora está hospitalizado en la Unidad de Quemados de Sevilla. Sin embargo, fuentes judiciales ya apuntaron ese mismo día que el cadáver de la mujer presentaba heridas de arma blanca, lo que hacía presumir que había sido apuñalada antes de la deflagración. Según el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, el caso va a pasar ahora del Juzgado de Instrucción convencional al Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1.