Carlos Alonso, presidente del Cabildo Insular, acudió feliz a la presentación de la Fundación Canaria del CD Tenerife. Sabía que era un reto para el club y que podía traer grandes beneficios, en el ámbito social, a la Isla. Pero no es el único proyecto en el que está embarcado en relación al club. La Corporación insular también apoyará las obras de mejora de la Ciudad Deportiva, cuyo proyecto verá la luz próximamente, y la renovación del césped del Heliodoro Rodríguez López. Todo con un objetivo principal: el ascenso.

¿Qué opina sobre la puesta en marcha de la Fundación?

Había mucho anhelo, mucha espera y se reflejaba en el público. Había peñas, periodistas, la sociedad empresarial? Estaba la Isla esperando este paso y ha sido justo el día en el que se cumplían nueve años del último ascenso a Primera.

No es la única vía de colaboración con el Tenerife. También están con el tema de la Ciudad Deportiva ¿Por qué se está retrasando tanto su puesta en marcha?

Hay un poco de todo. Por un lado, la definición definitiva del proyecto. Esto tiene que ver directamente con el coste del mismo porque, obviamente, todo tiene que estar dimensionado y tiene que ver con el trabajo que debe presentarnos el club. En una próxima reunión veremos tanto el proyecto como el coste y buscaremos la manera definitiva de asumir el porcentaje que nos toque. También tiene que ver con los trámites en el Ayuntamiento de La Laguna respecto a las licencias. Y por último, está una dificultad que nos hemos encontrado. El Cabildo aporta recursos y lo quiere hacer de forma plurianual, pero el club necesita que esas cantidades se vayan acomodando a la ejecución de la obra. Es un tema burocrático que se culminará con el convenio, del que ya existe un borrador. A partir de todo esto se puede dar el pistoletazo de salida.

¿Se puede dar algún plazo para el inicio de las obras?

Desde el momento en el que tengamos esa reunión pendiente, que será durante este mes de junio con el presidente y el director general del club, ya podríamos poner una fecha.

¿Qué ha sucedido exactamente con el cambio del césped para que lleguen con los plazos tan ajustados al inicio de la próxima Liga?

Quizás nos ha faltado comunicarlo bien. La obra está adjudicada desde el año pasado y se viene trabajando en la Península, aunque hemos tenido mala suerte. El enraizamiento se retrasó por las nevadas en la zona de Tarragona y eso nos ha obligado a cambiar los planes, que, inicialmente, pasaban por usar el césped del campo de la Universidad de La Laguna. Al final hemos decidido enraizarlo directamente en el Heliodoro, algo que requiere un cierto margen.

Margen que excede la fecha de la primera jornada.

Sí, de hecho le hemos pedido al CD Tenerife que los dos primeros partidos se jueguen fuera de casa. Yo mismo me he dirigido a LaLiga para tener ese margen de maniobra. A lo mejor no lo usamos, pero queremos que la obra quede bien. Todos estamos de acuerdo en que era una obra que había que realizar. Lo que pasa es que hay cosas que no podemos controlar como que nieve en la Península en este año tan raro de clima. Pero se ha articulado todo para que vaya bien.

¿Entonces el primer partido como local del CD Tenerife en la temporada 18/19 será en la tercera jornada?

En función de lo que LaLiga decida al respecto. A lo mejor ni siquiera lo necesitamos en función de la evolución del césped. Estamos en buenas manos, con una empresa como Hardisson Jardinería, y la empresa de la Península, que es la que ha puesto el césped en la mayoría de los campos de Primera División.

¿Qué opinión le merece la campaña recién finalizada? ¿Salió decepcionado?

Un poco como todos. Pero de este año, e incluso del anterior, saco la conclusión de que a veces bajamos los brazos demasiado rápido. Y no lo digo solo por el club, sino también por los medios y la afición. Si nos fijamos, no ascendió el Tenerife a Primera por un gol. Y en esta temporada nos han faltado unos pocos puntos, dos partidos. La Segunda División es muy complicada. Recuerdo cuando mi padre me decía que el Tenerife siempre hacía grandes primeras vueltas y luego en el segundo y tercer tercio se desfondaba. Creo que, colectivamente, nos pasa eso. No solo los jugadores. Hay que estar a fondo con el equipo hasta el último partido. El objetivo siempre tiene que ser el ascenso, pero tenemos que empujar para lograrlo y no bajar los brazos antes de tiempo.