De 2018. Día para no olvidar. Y menos mal que no fue martes. Día de horror. Veníamos a conocer, de mañanita, que al señor Urdangarín le entregaban la credencial para que le otorgasen hospedaje en el centro penitenciario que él eligiese. El señor Matas se había ido directamente a la hospedería de Aranjuez; para qué esperar. El señor Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol, liberaba al señor Lopetegui de la autoridad y responsabilidad al frente de la selección española que se hallaba en Rusia, velando armas, a algo más de 48 horas de sus justas frente al Portugal de don Cristiano Ronaldo, el de "fue bonito estar en el Madrid".

En esa mañanita, El Confidencial publicaba, tras haberlo puesto en conocimiento del presidente del Gobierno, los avatares que don Màxim Huerta (ministro que todavía lo era de Cultura y Deporte) había tenido con Hacienda. Y conocíamos de una primera comunicación de dicho ministro versando sobre el asunto. Y conocíamos declaraciones de diversos representantes de partidos políticos pidiendo su dimisión, unos; comparecencia en el Congreso, otro. Y el silencio del Gobierno, hasta que a las 12:30, en la red social, don Pedro Sánchez ponía en conocimiento de los ciudadanos que había designado a don José Guirao como nuevo ministro de Cultura y Deporte. Esto es, don Màxim Huerta no había dimitido, ni renunciado, no tuvo tiempo; don Pedro Sánchez le había mostrado la puerta de salida del Ministerio. Aunque luego, don Màxim, se manifestase vespertinamente en comparecencia, que no rueda de prensa, largando contra Hacienda y contra "la jauría" que le perseguía a él y con él a don Pedro Sánchez. Breve ministro que podía haber sido más breve aún en sus declaraciones.

Por cierto, no entiendo como se contrastan datos por parte de los medios de comunicación antes de ponerlos negro sobre blanco o mostrarlos en imagen. En televisión había visto como, resuelta la moción de censura, se citaba a don Pedro Sánchez como licenciado en Economía. Un día después leía en un medio local que don Pedro Sánchez era Doctor en Economía. Y me extrañó. El día 13 de marras oía que ese era el título con que se había adornado su currículo durante algún tiempo, pero que ya no. Dado como está el panorama, supongo que habrá un proceso acelerado de limpieza de currículos. Y de otros menesteres.

Y el valido del señor Puigdemont en Catalonia diciendo que va a restituir las embajadas y al personal a ellas dedicado. Y el Gobierno del Estado diciendo que va a restituir algunos artículos del Estatut que el Tribunal Constitucional sentenció inconstitucionales. Una ministra dice, luego lo dice el Gobierno. Y tan requetebién. Pues eso.