Suso Santana gana en las distancias cortas. Es de esos futbolistas a los que no les gusta mucho ponerse delante de los micrófonos, pero en una conversación tranquila y con la paz de las vacaciones, habla con la sensatez que aporta el no estar metido de lleno en el fragor de la batalla. Es buen momento para la autocrítica.

¿Cómo valora la temporada?

No puede ser buena porque no hemos conseguido los objetivos que nos habíamos marcado, que era como mínimo estar en el "playoff". Al final no llegamos y, por tanto, se le podría poner un aprobado por los pelos. El equipo empezó bien, luego nos costó muchísimo y al final nos quedamos a seis puntos. Esa reacción nos sirvió para acercarnos, pero no nos dio por la mala primera vuelta.

¿Por qué esas malas sensaciones en la primera vuelta?

En casa seguíamos fuertes, como la temporada anterior, pero fuera de casa no. La verdad es que nos costó muchísimo y no le encontrábamos explicación. Ganamos en Barcelona y no lo volvimos a hacer hasta el último de la primera vuelta. Eso, para un equipo que aspira a ascender, es muy poco. La realidad es que no hicimos las cosas que teníamos que hacer y nos quedamos fuera de la lucha por el ascenso justamente.

¿Tuvo tanto peso en el equipo el cambio de naturaleza de los jugadores de ataque?

Bueno, es cierto que no fuimos ese equipo tan agresivo como lo habíamos sido el año anterior. Teníamos jugadores de distintas características. Los que vinieron tenían mucha más calidad pero menos trabajo. Eso el equipo lo notó. Es cierto que tenían otras cosas buenas, como que metían muchos goles y aportaban técnicamente muchas cosas. Pero veníamos de ser un equipo aguerrido, defensivamente buenos y con los delanteros como primera línea de presión. Este año no.

Me imagino que ver, desde dentro, el proceso de la caída de José Luis Martí sería doloroso.

Cuando cambias de entrenador siempre es doloroso porque estás jugando con el trabajo de una persona, con el sustento de su familia. No es plato de buen gusto. Los culpables éramos los futbolistas, que no competimos como debíamos para conseguir mejores resultados. Pero no fue porque no quisiéramos. Las cosas no salían.

Dijo Alfonso Serrano la pasada semana que este Tenerife tenía mejor plantilla, pero peor equipo.

Posiblemente sea así. Si te fijas en los jugadores, teníamos muchos contrastados, de los que han jugado en Primera. Pero nos ha costado ser un equipo como el año anterior, tan aguerrido y solidario. Nos ha costado más.

¿Eso ha perjudicado al grupo también a la hora de generar unidad y buen ambiente?

Este año nos ha costado ser un equipo dentro y fuera del campo. Creo que terminamos bien porque nos dijimos las cosas a la cara dentro del vestuario. No puedo decir que ahí quedó porque salieron muchas a la luz, pero era lo que teníamos que hacer. Todo el mundo se pone nervioso cuando encadenas derrotas y lo mejor que nos pudo pasar fue hablar, aclarar las cosas. Es verdad que quizás debimos hacerlo antes.

Como capitán, pasada esta temporada, ¿cree que debió actuar de forma distinta?

Creo que siempre intento actuar de la mejor manera para el equipo. Lo que tengo que decir lo digo dentro. En la prensa no me gusta decir lo que está bien o mal, sino que trato de arreglar las cosas dentro.

Escuchando a Luis Milla y Juan Villar que se refirieron a las filtraciones y a la falta de unidad, ¿qué pensó?

Se los dije a ellos, que no estaba de acuerdo porque hemos sido nosotros los que no hemos hecho las cosas bien. Les dije que, en mi opinión, eso no se tiene que decir. No era el momento más adecuado. Fíjate que si hubiéramos entrado en el "playoff" no se estaría hablando de esas cosas ni se hablaría de mal ambiente.

Joseba Etxeberria también se ha quejado de las filtraciones, pero eso es algo difícil de controlar.

¿Por qué se habla ahora tanto de esto si el año pasado también pasaba o hace diez años? Porque al principio de temporada dijimos que teníamos que ascender directamente o estar en "playoff" y cuando no consigues eso intentas sacar conclusiones y darle bombo a cosas que no tendrían tanta importancia si se hubiera logrado el objetivo.

El cambio de entrenador sí propició un cambio en la intensidad y competitividad del equipo.

Desde la llegada del míster nos ha metido esa mentalidad de ser intensos y agresivos. Nos dio un aire fresco y tiene mucho carácter. Martí también le metía intensidad, pero quizás no era el mismo carácter. Creo que el cambio nos vino bien porque con Martí, por mucho que quisiéramos, no podíamos. Estábamos estancados. Coincidió un poco con el momento en el que el grupo se reunió y nos dijimos las cosas a la cara.

La impresión es que el equipo llegó a bloquearse y que el cambio era necesario.

Hay que ser realistas y sí que el equipo se bloqueó totalmente. Entrenábamos bien, trabajábamos bien, pero luego en los partidos no salían las cosas. Era el mismo entrenador del año anterior, con la misma filosofía, pero no éramos capaces de sacar puntos fuera y hasta perdimos solidez en casa.

Quizás el secreto del cambio es que Etxeberria simplificó mucho las cosas.

Con Martí sabíamos lo que teníamos que hacer en cada momento, pero los jugadores no terminábamos de hacer lo que debíamos. El día del Barça B fue un desastre total. No competimos.

Esa reunión de la que ha venido hablando, ¿coincide con la salida del entrenador anterior?

No, se hace mucho antes. En Albacete tuvimos problemas y esa semana hablamos. Nos dijimos las cosas y se quedó todo arreglado. No es que fuera un problema largo, pero sí de las semanas anteriores. Había que hacerlo.

¿Pero eran problemas graves?

Para nada. Son cosas que pasan en los vestuarios, vayas bien o vayas mal. El año pasado también hubo discusiones dentro del vestuario e íbamos bien. Esa es la diferencia. De estas cosas se habla cuando no logras los objetivos. Este año cualquier rifirrafe en el césped se sacaba porque estábamos lejos del "playoff". Luego se cambia de técnico, había un rifirrafe y ya no se destacaba tanto porque el equipo había dado un cambio.

¿Se ha sentido señalado?

De las filtraciones me da igual porque jamás lo he hecho. Pero señalado me he sentido un poco siempre. Cuando llevas mucho tiempo en un sitio es así. Ahora parece que siempre hay que buscar un culpable y sí me molestó lo del "capo del vestuario". Siempre intento ayudar a mis compañeros, cuando llegan y cuando se van. Pero tengo la conciencia tranquila. Siempre voy de cara.

¿Qué piensa cuando se pone en cuestión su renovación?

Pues después del partido contra el Cádiz en el "playoff" la gente pedía mi renovación. Esto es fútbol. Con Alfonso (Serrano) lo tenía hablado desde dos semanas después del partido de Getafe y decidimos no cerrarla y dejarlo para más adelante. Y así fue. Si la temporada hubiera sido buena, no habría discusión. Pero sé cómo funciona la Isla y no me sorprende.

¿Qué análisis hace de su rendimiento?

Empecé bien, pero luego se torció. Tuve la sanción, que me busqué yo solo y fue absurda, y un problema muscular que jamás había tenido. No he tenido la continuidad que quería y no he jugado todo lo que quería. La temporada no ha sido como la anterior, no ha sido buena. Si dijera que ha sido buena, mentiría.

¿El final de temporada le ha reconciliado consigo mismo?

Este año ha sido raro porque otras temporadas voy de menos a más, luego tengo un bajón y me recupero. Esta vez empecé bien y mira luego lo que pasó. Creo que no tuve esta vez un final excepcional, pero sí acabé bien. Hubiera querido aportar más.

Antes hablaba de su lesión muscular. Este año ha habido demasiadas lesiones.

Ha sido extraño. Han pasado muchísimas cosas y no le encuentro explicación. Han sido muchos los futbolistas que se han lesionado. Pero hasta Aitor, que es el caso más raro porque juega hasta con dolor, y no ha podido hacerlo en la recta final. No ha aguantado y ha estado mucho más tiempo del que tenía que estar. Juan (Villar), que es un jugador importantísimo para nosotros, juega y se lesiona, entra y se vuelve a lesionar, recaída tras recaída. Es un futbolista que aporta muchísimo gol. Luego, la de Samuele. Cuando mejor estaba el equipo. Ha sido una temporada desgraciada, pero creo totalmente en los fisios y el trabajo que se hace dentro. Otros años no ha habido tantas lesiones. Conmigo la lesión era de cinco semanas y estuve en tres, pero eso no se dice. Como esta temporada ha sido un desastre y el club había hecho un esfuerzo grande, hasta comprando jugadores después de muchos años, es normal que se intenten sacar conclusiones.

¿Fue el punto final de todo esa lesión de Samuele Longo?

No lo creo. Teníamos a Víctor (Casadesús), que entra y hace muchos goles. Pero es verdad que estuvimos tres partidos sin ganar, coincidió con los arbitrajes y nos hizo daño. Lo que no podemos es excusarnos en eso.

¿Se bajaron los brazos demasiado pronto?

Sabemos que no convivimos con un entorno fácil. Hay muchísimos medios y tenemos una gran afición. Cuando las cosas van bien, eso nos aporta mucho. Pero cuando van mal es un horror. Aquí todo es blanco o negro. La derrota en Vallecas nos marcó muchísimo. No es que nos dejáramos, pero sí fue culpa nuestra. Mira el partido del Reus, que jugamos 70 minutos con uno más y no fuimos capaces de crear ni una ocasión. Eso es para hacérnoslo mirar nosotros. Ni el entorno ni los árbitros.

Hablemos de futuro. ¿Hay una buena base para el nuevo curso?

Sin duda. Terminamos muy bien como grupo. Los capitanes hemos tomado nota y ya sabemos que hay que hablar aún antes. Esa es la base de todo.

Se habla mucho ahora de que el grupo está envejecido?

(Interrumpe) Eso lo llevo escuchando desde que tenía 28. Y lo de las vacas sagradas, flacas y de todo tipo. Es como lo de los canteranos, que es lo que pide todo el mundo si las cosas van mal. Pero si van bien nadie se acuerda de ellos. Luego los ponemos y somos los primeros que los matamos. Lo de la edad es lo mismo.

¿Qué opinión le merece la salida de Vitolo?

Ha sido un jugador importante para nosotros y le quedaba un año más de contrato. Respeto la decisión del entrenador y del club, pero me ha chocado mucho. Lo renovaron en el mismo momento que a mí y luego se le dijo en las reuniones que siempre se hacen a final de Liga. Que esa es otra, siempre se han dado vacaciones después del último partido y este año he escuchado hasta que teníamos que quedarnos hasta el 30 de junio.

También se habla de cierta desconexión desde la salida de Víctor Pérez Borrego y de que la relación de parte del vestuario con Alfonso Serrano no es buena.

Es verdad que teníamos muy buena relación con Víctor, pero la misma que podemos tener con Pedro (Rodríguez Zaragoza) o con Juan (Amador). La misma. Y con Alfonso Serrano creo que la relación es cordial. Todo lo que he tenido que decirle se lo he dicho en su cara y creo que de su parte ha sido lo mismo. Cuando he tenido alguna discusión con él, que las he tenido, nos hemos dicho las cosas y ya está. Como a cualquiera.

¿Qué le diría el capitán del Tenerife a la afición?

Vamos a tener la misma presión por mucho que les diga porque esto es el Tenerife y tenemos que aspirar a jugar ese "playoff" o a ascender. Creo que seguimos un poco estancados en unas fechas que fueron muy buenas para todos, pero que ya pasaron. Hay que ser realistas y entender que esta Segunda es muy complicada. Solo hay que ver los equipos que hay. No les puedo pedir paciencia porque ellos pagan su abono, pero sí les pediría que nos apoyaran como hasta ahora.

Del derbi no he preguntado?

Lo que me hubiera gustado de verdad es jugar el derbi en Primera División. Y no me alegra que baje Las Palmas porque lo que yo quería era que subiera el Tenerife, jugar con ellos esos derbis y ganarlos.