La instalación del Telescopio de Treinta Metros (TMT) aún no tiene ubicación. Hawái sigue siendo el lugar elegido por los científicos y, sobre todo, por los promotores del gigantesco instrumento, y allí se situará si la Corte Suprema lo autoriza, pero La Palma quiere aprovechar sus opciones y tener toda la documentación preparada por si su cima se convierte en el espacio seleccionado. Ahora mismo es tan "solo", aunque a veces las declaraciones sugieran lo contrario, la segunda opción.

Desde el IAC se siguen mandando mensajes optimistas. Sus rectores creen, o al menos eso dicen, que la Isla tiene incluso más opciones de las que aparentemente parece tener y ese convencimiento está calando en las administraciones públicas. A propósito, la Consejería de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad del Gobierno de Canarias anunció ayer que asumía, tras acuerdo con el Ayuntamiento de Puntagorda, que tiene las competencias en la materia, la tramitación de la declaración de impacto ambiental del proyecto, que ya el 2016 obtuvo la reconocimiento del interés estratégico por parte del Ejecutivo regional.

"El Gobierno de Canarias seguirá dando apoyo técnico al Ayuntamiento de Puntagorda durante todo el proceso hasta que finalmente pueda otorgar la licencia", subrayó la consejera Nieves Lady Barreto. Por ello, "hemos asumido a petición del Consistorio la evaluación ambiental del proyecto y la tramitaremos con toda la celeridad que las circunstancias requieren en cuanto esté en nuestro poder toda la documentación necesaria", sentenció.

Se pretende que el expediente sobre el TMT sea lo más completo posible y evitar dilaciones en el tiempo por posibles requerimientos de corrección de errores o de subsanación por falta de documentación.