Fue capaz de aventajar al temor en el surco de las laderas que deja su montura para convertirse en un auténtico campeón. Édgar Carballo González (Arafo, 22/12/1988), se forjó en los senderos tinerfeños y puso su nombre en el escaparate europeo del Descenso y Enduro en pocos años. El "rider" arafero se adjudicó el pasado fin de semana su cuarto Open de España de Descenso. Sus manillares han dirigido el rumbo en numerosos Campeonatos de Canarias y ostentan un puesto 25 a nivel Mundial. Su furgoneta, la bicicleta y él, inseparables en cada una de las citas que afronta, esperan por nuevos retos.

¿Qué supone para usted ser el más rápido y regular de España en la modalidad de Descenso?

Para mí es un orgullo a la par que una motivación para seguir. Este título me dota de las fuerzas suficientes para mejorar en la Copa del Mundo y siempre estar delante en cada una de las pruebas en las que corra.

A las pruebas del mentado Open, hay que sumarles otras muchas en las que ha participado.

Sí. Ya he corrido tres Copas del Mundo y a falta de cuatro pruebas voy entre los primeros 60 "riders". En la primera fui el mejor español -puesto 25-. Mientras, en Fort William se me rompió la cadena y bajé sin ella; no pude clasificar. Por otra parte, también he participado en el XS European Cup, donde he entrado entre los veinte primeros. Aún quedan muchas por delante -se ríe-.

Centrémonos en sus inicios. ¿Cómo fueron?

En mi pueblo -Arafo- lo practicaba bastante gente. Me llamó la atención y quise probar, a medida que iba entrenando se me veían las cualidades que me han permitido evolucionar.

Se podría decir que Carballo es un campeón que se ha ganado a pulso el fichar por el equipo en el que está (Vadebicis).

Se podría decir así. He luchado por mis sueños. Desde el principio Vadebicis apostó por mí, me ha costado mucho llegar a donde estoy. Las ayudas son escasas y la mayoría de personas no le ven salida a este deporte; eso lo complica mucho todo. Cuanto mejores sean las condiciones, mejor rendimiento en carrera.

¿En algún momento se ha sentido desatendido hasta el punto de pensar en dejar el mundo de las dos ruedas?

Desatendido no es la palabra, pero sí que es muy difícil ser deportista canario y tener que salir del Archipiélago para competir. Una vez que sales y conoces a gente de este mundo, todo se simplifica. Muchos "riders" se han quedado por el camino, a mí me apasiona y lo he dejado todo. Por el momento, en este deporte no puedes tener una vida normal.

Hablemos de la Isla. Teniendo condiciones y la orografía perfecta, parece que no se apuesta lo suficiente por pruebas de Descenso o Enduro.

Es cierto. Existen muchas prohibiciones en nuestros montes. Ahora estoy intentando abrir algunos circuitos de Descenso por ahí, disponemos de unas condiciones perfectas para establecer pruebas de este tipo y, así, atraer turismo. Paralelamente mejoraríamos la cantera. Mi propósito es seguir en contacto con Medioambiente para llegar a un acuerdo que posibilite legalizar alguna rampa.

¿Qué retos se ha marcado en el futuro más próximo?

Ya tengo puesta la mirada en el Campeonato de España de Enduro, que tendrá lugar dentro de tres semanas en Teror. Lo "malo" es que coincide con la celebración de una prueba de la Copa del Mundo, no obstante, iré a tope a las cuatro restantes.

¿Qué le falta a Édgar Carballo para subirse al podio de una prueba continental o una planetaria?

Son pruebas que son muy técnicas, sobre todo las que corresponden a la Copa del Mundo. Son muy exigentes y técnicas, lo que requiere de una gran exigencia a los pilotos que en ellas participan. Esta temporada me he encontrado muy bien y es por ello que espero seguir ofreciendo buenos resultados para que sigan apostando por mí el Ayuntamiento de Arafo, Vadebicis, Naviera Armas, Dado Eventos, Motor Valle y Bar-Cafetería Koala.