"Espectacular", "qué gusto oír voces así", "brava" o "perfecta" son expresiones que esta noche el publico del Teatro Real ha regalado a la soprano estadounidense Lisette Oropesa, que ha protagonizado "Lucia di Lammermoor", la ópera de Donizetti, cuyas pasiones desatadas han enloquecido a un coliseo entregado.

Una ovación que se ha extendido al resto de los cantantes y al coro, y que se ha hecho sentir desde la primera intervención de la soprano, que ya ha emocionado al público con sus agudos, sus trinos, sus filados, y con el control sin límites de su respiración.

Una voz con una coloratura que le ha permitido una maestría que ha enamorado a los espectadores, alguno de los cuales también lo achacaba al buen momento y a "la madurez" que vive esta gran soprano y gran actriz.

Pero Oropesa, que ya participó en el Real en "Rigoletto", no ha sido la única ovacionada esta noche en el estreno de esta ópera, ejemplo cumbre del bel canto y paradigma de la ópera italiana romántica.

También el tenor mexicano Javier Camarena, que ha dado vida al enamorado imposible de Lucia, Edgardo di Ravenswood, ha sido aplaudido especialmente, como el hermano de la protagonista, el pérfido y malísimo Lord Enrico Ashton, interpretado por Artur Rucinski.

El montaje de "Lucia di Lammermoor", que ha llegado por primera vez al Teatro Real en versión íntegra y con el armónico de cristal, con Daniel Oren a la batuta y David Alden como director de escena, ha sido muy aplaudido en general y solo se han sentido unos pitidos cuando han salido a escena a saludar los responsables de la escenografía.

Y es que David Alden ha elegido un montaje algo sórdido y opresivo en blanco y negro, que ha situado en la Inglaterra victoriana, en un sanatorio mental, porque para él, como explicó durante la presentación del montaje, "la ópera tiene que ver con la locura, porque las emociones se llevan al extremo", dijo.

Un lugar en el que termina de volverse loca Lucia di Lammermoor, una joven huérfana cuyo hermano la obliga -para salvar de la ruina a la familia- a casarse con un noble.

Así esta mujer niña será víctima de las enemistadas familias y del engaño de su hermano para que olvide a su amado Edgardo.

Un montaje que desde hoy y hasta el 13 de junio se puede ver en el Teatro Real "prácticamente íntegro" para acabar con una "injusticia" contra esta obra, que se ha visto muchas veces mutilada y que "tiene una fuerza enorme, aunque no sean las páginas más geniales que se hayan compuesto en el mundo", como señaló su director musical, Daniel Oren.

La presencia de la armónica de cristal en los momentos de mayor tensión y dramatismo de la obra ha sido también muy elogiada por un teatro lleno hasta la bandera. Y es que este montaje también recupera este instrumento que fascinó a Donizetti por ser "el único capaz de expresar la angustia de Lucia", pero que habitualmente fue sustituido por una flauta por motivos económicos.

Lucia di Lammermoor también será interpretada de forma alterna por Venera Gimadeva, como Javier Camarena se alternará con Ismael Jordi, y los barítonos Artur Rucinski y Roberto Tagliavini lo harán respectivamente con Simone Piazzola y Marko Mimica.

El director de escena estadounidense David Alden concibió esta producción para la English National Opera en 2010 y posteriormente se ha representado con gran éxito en las óperas de Washington DC, Toronto, Bonn, Oslo y Goteburgo.

La ópera de Gaetano Donizetti se retransmitirá en municipios de 40 provincias y por internet. Y será con motivo de la Semana de la ópera, del 2 al 8 de julio, por lo que el 7 de julio se instalarán pantallas en la Plaza de Oriente de Madrid y en parques, casas de cultura, ayuntamientos, teatros y auditorios de casi todo el país para emitirla a las 21:30 horas, al igual que en Facebook Live, Palco Digital y Ópera Visión.