Por primera, segunda o tercera vez; con experiencia o sin ella; recién licenciados o con experiencia laboral; solteros o con hijos; trabajando o en paro. Más de 11.000 opositores se presentan este fin de semana a las oposiciones de Educación, las más numerosas desde que empezó la crisis (1.160 plazas). Cada uno tiene una situación personal diferente, pero todos buscan lo mismo: estabilidad laboral.

El sábado por la mañana, durante la presentación del procedimiento en el IES La Laboral, ya se notaban los nervios entre los aspirantes. Ayer solo había que firmar y recoger la documentación -los exámenes son hoy-, pero todos sabían lo que se estaban jugando. Desde 2009 -Secundaria- y 2010 -Maestros- no se había celebrado en Canarias una convocatoria con tantas plazas. Durante muchos años la crisis boicoteó el acceso a la función pública y la estabilidad laboral -y personal- se convirtió en una quimera.

Ahora vuelven las oportunidades. No todos están preparados, pero al menos quieren entrar en las listas e intentar ganar experiencia para tener "más puntos" la próxima vez que lo intenten. Otros ya son veteranos y quieren que este sea el año en que se conviertan en funcionarios. Seguro que más de un ritual de la noche de San Juan -que se celebró anoche- estuvo relacionado con las oposiciones.

En toda España, más de 300.000 personas se enfrentan a lo mismo. Este fin de semana compiten por una de las 23.512 plazas ofertadas para todos los cuerpos docentes, lo que supone una plaza por cada trece opositores. Las oposiciones se celebran en las diecisiete comunidades autónomas, aunque en cada una se ofertan distintas especialidades.

Es la tercera vez que María Jesús se presenta a una oferta pública de empleo: lo hizo en 2010 y 2016. Esta vez es más optimista. "Este año vengo mejor preparada", asegura. Aunque no es funcionaria, lleva años dando clase como interina. "Es duro estar todos los veranos pendiente de si tendrás plaza, y luego dónde". Ella ha limitado sus destinos a Tenerife, lo que quiere decir que si un año no quedan plazas en la Isla se queda sin trabajo. "Si no, me perdería la infancia de mis hijos", explica.

Se queja, junto a otros aspirantes, de la organización de la convocatoria. "Todo el proceso ha estado lleno de errores", lamenta. También ANPE Canarias, que ayer advirtió de que algunos tribunales no permitieron la presencia de los representantes sindicales, como recoge la orden de convocatoria. El principal problema para este sindicato fue que muchos docentes no pudieron presentarse a más de una especialidad porque los tribunales asignados están en islas diferentes.

Además de cambiar de centro y de isla con facilidad, los interinos tampoco tienen los mismos derechos salariales que los funcionarios. Para que cobren los meses de verano tienen que estar nombrados el año completo. "Pero tienen que nombrarte antes de un día determinado. A mí un año me nombraron el 26 de septiembre y ya era tarde".

Aunque hay muchos interinos que llevan muchos años recorriendo las Islas, también hay jóvenes con ganas de lograr pronto la estabilidad que otros no han tenido. Carlos, de 28 años, se presentaba ayer por primera vez en Matemáticas convencido de que tenía posibilidades. "Se puede estudiar y trabajar a la vez sin problema". Este año ha estado dando clases en Adeje. Quizás el final de la crisis traiga más oportunidades a la nueva generación de profesores.