Los videojuegos son mucho más que eso, son arte. Esta visión es la que dio ayer Adrián Rivero, presidente de la Asociación Canaria de Desarrolladores de Videojuegos (Acadevi), quien definió estos trabajos como una obra más de arte, ya sea por lo que bebe de otras ramas o por lo que consigue en sí mismo.

Y es que los desarrolladores de videojuegos se han dado cuenta -desde hace unos escasos años- que la mejor forma de llegar a los jugadores es mediante una historia, unas ilustraciones y unas cinemáticas que sean bonitas y con una base sólida. El reto principal: empatizar al máximo con el jugador.

"Lo que hace que los videojuegos sean arte es que nosotros -los jugadores- podamos sentirnos identificados con las emociones que se crean dentro del juego", explicó Rivero. Aunque el videojuego coge lo mejor del cine, la literatura, la música y el diseño, tiene algo particular que ninguno más puede emular, la interacción del jugador con la obra. Algo que la hace finalmente única.

"Si leo un libro, alguien me está contando la historia y yo lo vivo en tercera persona. En una película vivimos los hechos, pero somos meros espectadores. Sin embargo, en el videojuego, el jugador es el protagonista y todo lo que haga se convertirá en parte de la historia", remarcó el desarrollador. Esto significa que el jugador es finalmente "parte del arte" y por ello, al construir un videojuego, hay que tenerlo en cuenta e intentar pensar como él y las sensaciones que podrá tener en el transcurso de la historia.

El cuidado de la parte artística del videojuego nació en estudios "pequeñitos", sin mucho dinero, que podían crear videojuegos gracias a la democratización de las plataformas de desarrollo, pero cuyo presupuesto era limitado. "Tenían que desmarcarse de las grandes producciones" y así nacieron los juegos indies a principios de 2010. Uno de los más conocidos de la época quizás sea Minecraft.

Las empresas más grandes han visto el éxito que tuvieron estos pequeños desarrolladores. Por esta razón, en los últimos años, Square Enix o Nintendo han creado juegos tan icónicos y visualmente preciosos como Life is Strange o The Legend of Zelda: Breath of Wild. Pero, sin duda, uno de los ejemplos más claros de este cambio de tendencia es el nuevo God of War. "En el primer título de la saga, Kratos -el protagonista- era un tío muy enfadado con una ira interna que reflejaba matando a dioses griegos", recordó Rivero, que subrayó que en este último God of War, el 4, Kratos está cansado de luchar y debe cuidar de su hijo después de que su mujer fallezca de una muerte natural". Con esta última historia y con estos personajes, es más "fácil empatizar".

Al fin y al cabo, y como incidió el desarrollador, "la experiencia en los videojuegos es mucho más profunda que en cualquier otro arte". Se basa en cuatro patas: tecnología, historia, estética y lo más importante, la mecánica. "Si esas patas van a unísono, la experiencia va a ser brutal, porque va a conseguir que el jugador se introduzca dentro de la pantalla", remarcó Rivero.

En los últimos años, los videojuegos se han convertido, como incidió Rivero, "en un espacio para comunicarse y expresarse".

¿QUÉ VER HOY EN TLP?

Brinding the Gap Animation Lab. 10:00

Se realizará un taller en el que jóvenes profesionales y estudiantes con talento tienen la oportunidad de crear sinergias con profesionales influyentes y responsables en el trabajo de toma de decisiones en el ámbito de la animación.

Usando la nube de Google. 10:00

Mario Ezquerro, desarrollador de Google, dará tips para aprender a utilizar la Google Cloud Plataform.

Caracterización en Cosplay. 15:00

La cosplayer internacional Alisyuon ofrece una masterclass sobre peluquería y maquillaje orientados al cosplay.

Charla Camilo García. 16:00

El actor de doblaje Camilo García, conocido por dar la voz en español a Harrison Ford, contará su paso por la profesión.

Sesión de firmas Yuji Shiozaki 16:30

El mangaka Yuji Shiozaki, autor de Ikki Tosen, estará disponible en TLP Summer-Con para realizar una sesión de firmas.

Final TLP K-Pop Championship. 21:00

TLP Tenerife vuelve a apostar por el concurso que más ha crecido durante los últimos años, el de bailes coreanos. Un auténtico espectáculo con grupos de baile que cada año tienen mayor nivel.