Los hospitales públicos de Canarias han conseguido durante el primer semestre del año reducir un 5,03 por ciento el número de pacientes que aguardan por una operación y han recortado, de golpe, en un mes el tiempo medio de espera, que ahora es de 146 días.

A fecha de 30 de junio, 27.165 personas estaban pendientes de someterse a una cirugía en la sanidad pública canaria, con una espera media de 146 días (cuatro meses y 26 días), lo que supone una reducción de 1.513 personas respecto al 31 de diciembre, cuando la demora media era de 176 días (cinco meses y 26 días).

El consejero de Sanidad, José Manuel Baltar, y el director del Servicio Canario de la Salud (SCS), Conrado Domínguez, han resaltado hoy que estas cifras confirman que el esfuerzo que está realizado el personal de la sanidad pública "va por el buen camino" y que comienzan a verse los resultados de algunas de sus apuestas más importantes, como la reorganización de los sistemas de trabajo o el "Plan Demora", destinado a atender a los pacientes que más esperaban en las especialidades más sobrecargadas.

Solo en los últimos seis meses, ha añadido Baltar, este último programa ha permitido dar una solución a 3.159 personas que llevaban más de medio año pendientes de que les operaran, con lo que la lista de espera quirúrgica de más de medio año se ha reducido un 32 por ciento con respecto a diciembre (se ha pasado de 9.796 a 6.647 pacientes).

Y, en paralelo, el haber atacado las esperas más largas que presentaban algunas especialidades (en particular las cirugías asociadas a la obesidad mórbida, la traumatología o los problemas de columna) ha dado como resultado que más de la mitad de los pacientes del SCS (el 56 %) esperan en estos momentos "menos de tres meses" para que los operen.

Conrado Domínguez ha remarcado que ese colectivo de pacientes ya está en la franja que los sistemas sanitarios públicos consideran "óptima": una espera media de 90 días o menos, que luego puede alargarse o recortarse en función de las especialidades y de las circunstancias personales de cada enfermo.

El consejero de Sanidad y el director del SCS han aprovechado, además, la difusión de estos datos para remarcar el "cambio de tendencia" que se aprecia en las listas de espera desde que su equipo se puso al frente de la sanidad pública canaria, en diciembre de 2016 (cuando la salida del PSOE del Gobierno implicó que Baltar sustituyese al socialista Jesús Morera en este departamento).

Desde esa fecha, ha resaltado Baltar, los pacientes que esperan para operarse se han reducido en 7.162, un 21 %, al haber pasado de 34.327 a 27.165.

Y en ese año y medio, la demora media para una cirugía en Canarias se ha recortado en 35 días, 30 de ellos concentrados solo en las cifras del primer semestre de 2018, pero que los responsables de Sanidad atribuyen al trabajo acumulado de todo el periodo.

En cuanto a los pacientes que esperan más de seis meses, desde el 31 de diciembre de 2016 su número se ha reducido en 6.170, casi a la mitad (-48,13 %).

Conrado Domínguez ha expresado la confianza del actual equipo de Sanidad en seguir mejorando las cifras durante el segundo semestre, sobre todo gracias al nuevo "Plan Verano", que ha llevado a coordinar las vacaciones de los equipos médicos y de enfermería para permitir que los quirófanos hospitalarios sigan activos mañana y tarde durante los meses de julio, agosto y septiembre.

Además, para facilitar que ese programa se pueda coordinar con las vacaciones del personal, Sanidad ha contratado para ese periodo a 80 médicos, un centenar de enfermeros y otro centenar de auxiliares de enfermería.

Con ello, aspiran que el trimestre de verano, que habitualmente contribuía a que las esperas crecieran (por las vacaciones del personal lastraban la actividad), sirva este año para que Canarias llegue a diciembre con menos personas pendientes de cirugía y con un tiempo de demora aún menor.

"Luchamos todos los días por salir del vagón de cola, para mí es una especie de sueño", ha señalado Baltar, respecto a las estadísticas nacionales que en los últimos años han colocado a Canarias de forma recurrente como la comunidad con tiempos de espera más largos en la sanidad pública.

Sin embargo, también ha recordado que todas las comunidades están trabajando en esa misma línea y que "no es lo mismo" hacerlo con un presupuesto de "1.700 euros por paciente que con otro de 1.300" ni con unas infraestructuras sanitarias bien dotadas, que con otras pendientes de ampliación y modernización.

En cuanto a las consultas, el director del SCS ha destacado que en los últimos seis meses los especialistas de la sanidad pública han hecho más de 1,36 millones, lo que ha permitido que la espera en ese ámbito baje un 5,6 % (de 132.267 a 124.726 pacientes).

Sin embargo, también ha precisado que este ámbito los esfuerzos funcionan "como vasos comunicantes", de modo que el mayor número de consultas realizadas se ha traducido en más pruebas diagnósticas pedidas.

Y como consecuencia de ello, ha crecido la demora en las pruebas diagnósticas, cuya lista está compuesta en estos momentos por 26.748 pacientes.

El consejero de Sanidad ha admitido que espera recibir críticas de la oposición, pero también ha defendido que en estas listas de espera "no hay maquillaje".

"Y si lo hay, la cremita de maquillar y los maquilladores son los mismos", ha ironizado, para después explicar que el equipo de la Consejería que se encarga de recopilar las listas de espera viene siendo el mismo durante el mandato de sus últimos seis titulares.

Por ello, ha subrayado que considera que "es el momento de construir", de aprovechar una situación en la que la sanidad canaria "tiene el viento a favor y todos sus profesionales están involucrados, ofreciendo su colaboración".