Sus cargadas se llevaron por delante a la desidia. Acorán Juan Hernández Mendoza (Los Silos, 30/12/1990) se adjudicó, el pasado fin de semana, el Campeonato de España Absoluto de Halterofilia. Su nombre figuró en todos los titulares junto al de Lydia Valentín -campeona en féminas-; ello supuso un "honor" para un haltera que años atrás pensó en dejar el deporte en el que hoy es tendencia.

¿Cuáles son las sensaciones tras adjudicarse semejante galardón?

Muy buenas, después de una temporada en la que no estuve bien físicamente y, sobre todo, en el plano mental. Estoy muy contento, nunca había logrado una mejor marca. Estoy en unas buenas marcas a nivel europeo e internacional. Tengo ganas de empezar con el ciclo olímpico.

¿Es este el mayor logro después del bronce que consiguió en el Nacional de 2014?

Así es. Se trata de la mejor marca que he logrado en mi carrera deportiva. Ahora, a por más.

¿La satisfacción es mayor al compartir titulares con Lydia Valentín?

Sí -se ríe-. La verdad es que es un placer y un orgullo compartir cabeceras con la que es un referente para todos. Es el espejo en el que nos miramos los halteras.

Centrándonos en su participación, es evidente que supo gestionar la victoria e incluso desechar un intento.

Sabía que Víctor (Castro) iba a estar muy bien ante su gente. Su punto fuerte es la arrancada y en dos tiempos flaquea un poco. Ahí es donde tenía que atacar yo. No obstante, en el tercer intento no me encontré bien y no quise arriesgar y sufrir una lesión.

¿Ha dejado atrás aquella etapa en la que no se encontró capacitado para seguir en la alta competición?

Sí. No me veía bien y eso hace mella en los resultados. Decidí apartarme, no era capaz de soportar la presión a la que se ven sometidos los atletas de alta competición. Alejandro, compañero en la selección, me animó a volver y aquí estoy, más motivado que nunca.

¿Este título lo dota de la motivación de la que adoleció en el pasado?

Sí. Ya no solo por el título, sino por la marca conquistada y las sensaciones que experimenté en la competición. Ahora empieza lo bonito, la carrera por lograr el pasaporte para estar en Tokyo 2020.