La Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Santa Cruz ha dado una semana a la propiedad de la antigua piconera que es utilizada como mirador de la playa de Las Teresitas, unas obras que los técnicos de la corporación local han estimado que ascienden a 19.546,75 euros.

Esta es la primera de urgencia que el organismo ha determinado después de que el pasado lunes una de las cubiertas que existen en las estructuras que coronan la playa en su lado este, y cuyo acceso se produce desde la carretera general de Igueste de San Andrés (kilómetro 2,5), se viniera abajo cuando una turista se encontraba encima. El resultado de esta importante incidencia fue que la mujer resultó herida de gravedad.

El concejal de Urbanismo, Carlos Tarife, adelantó el miércoles que los técnicos del área ya estaban trabajando en el informe que determinaría cuál es el proceder en este caso, aunque ya en ese momento apuntó que la infraestructura y parte del entorno serían vallados.

El día antes los técnicos efectuaron una inspección en el lugar de los hechos para verificar el estado en el que se encontraban las distintas estructuras que formaban la antigua escombrera, resolviendo el día 26, a través de un informe, que el ámbito de la instalación debe ser perimetrada y vallada hasta la vía pública (la carretera general) en el plazo de una semana, una vez que se comunique a la propiedad, según el documento al que ha tenido acceso EL DÍA.

En esa resolución se advierte de la necesidad, además, de que se cumplan con condicionantes técnicos como que el vallado tiene que ser de dos metros de altura y contar con una cartelería de señalización de peligro. También que su diseño, estructura y ejecución "deberá contar con la supervisión a cargo de técnicos competentes".

Si no se cumplen las medidas de seguridad ordenadas, "se podrá proceder a actuar en ejecución subsidiaria, previa liquidación de los gastos que se generen", presupuestados en casi 20.000 euros.