Cuando hablamos de futuro, algunos de los conceptos que se nos vienen a la mente en primer término son los relacionados con la inteligencia artificial, qué nos depara esta tecnología y cómo podemos aprovecharnos de ella. Y es que ya pasó el tiempo en que temíamos que una conciencia artificial tomara el control de las armas y acabara con la especie humana, como ocurrió con Skynet en Terminator o la revolución de las máquinas de Matrix.

Pero ¿qué es realmente una inteligencia artificial? En principio podría definirse como la combinación de los algoritmos necesarios para crear máquinas que puedan presentar las mismas capacidades que posee el ser humano de forma natural.

A pesar de lo que pudiéramos pensar y creer a priori, que es una tecnología que forma parte de exclusivos laboratorios o de empresas que usan alta tecnología, esto no es del todo cierto. Ya podemos utilizar nosotros mismos, los ciudadanos de a pie, alguna de las características de esta tecnología, como la detección facial de los móviles, los asistentes virtuales de voz: personal shoppers, para aprender idiomas y muchas más aplicaciones para nuestros smartphones.

Por otra parte, los avances en Inteligencia Artificial se abren con fuerza para el uso del big data. Gracias a su extrema habilidad para procesar las enormes cantidades de datos que se mueven por internet y proporcionar grandes ventajas y beneficios en la comunicación, para los sectores comerciales y empresariales se está posicionando como la tecnología más importante para las próximas décadas, con una repercusión directa sobre el transporte, la educación, la sanidad, la cultura, el deporte... En definitiva, tendrá grandes aplicaciones en cualquier sector.

¿Por qué estudiar Inteligencia Artificial?

Siendo conocedores de que la IA ya está aquí y ya tiene repercusión sobre nuestras vidas, cabe imaginar las muchas posibilidades que tiene en el futuro más inmediato.

La Inteligencia Artificial cubre un área de estudios multidisciplinar, que incluye y combina ramas de la ciencia, como la lógica y la computación, con la filosofía. Con la realización de un master en inteligencia artificial completaremos esta formación con un conocimiento consolidado en los principios, herramientas y alcances de estos sistemas innovadores.

Este master artificial intelligence o master Deep Learning servirá, como hemos comentado, para conocer los fundamentos más formales de las herramientas de Aprendizaje Automático, pero también y con especial relevancia para el Aprendizaje Profundo o Deep Learning. El estudiante logrará implementar con facilidad los algoritmos que forman parte de los lenguajes de más alto nivel, como pueden ser el Python, R y otros muchos. De este modo serán capaces de resolver problemas en entornos reales y conocerán de primera mano las dificultades a las que se tienen que enfrentar cuando tengan que implementar los algoritmos en la práctica.

Por último, sabrán proponer las soluciones a cada caso basado en lo aprendido en el Deep Learning, con una amplia proyección y desde diversas perspectivas, contemplando tanto los aspectos legales como los éticos, económicos y sociales en los procesos de negocio.

Un gran futuro para la inteligencia artificial y del aprendizaje profundo

Todo ha cambiado, el aprendizaje profundo ya ha revolucionado y con mucha eficacia la capacidad con la que los equipos informáticos perciben la realidad del mundo. Así mismo, sigue transformando su facultad para moverse con soltura para realizar los más diferentes ejercicios de manipulación de cualquier objeto con gran destreza y agilidad.

Para sorpresa de la comunidad informática, está comenzando a caminar en el sentido de favorecer la comprensión de los ordenadores de cualquier contenido soportado en un documento, así como ofrecer la posibilidad de mantener conversaciones racionales.

Ya no es suficiente con que un computador realice con eficiencia una tarea gracias a su programación. Ahora, además, se exige que aunque el trabajo sea en exceso complejo y no sepamos cómo programarlo, tengamos la posibilidad de decirle a nuestro ordenador que simule una red de neuronas, que se puedan entrenar y que finalmente realice esa tarea complicada al mostrarle ejemplos de la información de entrada y la respuesta que esperamos.

Y es que los pensamientos parecidos siguen patrones similares y, por lo tanto, se obtiene efectos prácticamente iguales.

El efecto más impactante y útil para el hombre que puede tener el Deep Learning será sobre la asistencia sanitaria, pues una red neuronal artificial y entrenada se encontrará tan capacitada como cualquier dermatólogo para decidir con absoluto acierto si una lesión cutánea es o no un cáncer y, además, acertar con el tipo. De hecho, cuando su entrenamiento supere los millones de ejemplos puede superar los aciertos y la diagnosis de los propios dermatólogos.

El uso más inmediato en este ejemplo concreto sería crear la aplicación móvil que fotografíe la mancha de la piel, enviándola a la red neuronal para que la examine y determinando cuál es la causa, todo en pocos minutos.