El alcalde de Santiago del Teide, Emilio Navarro, anuncia un plan municipal de asfaltado por un importe superior al millón de euros, cuyas obras adjudicó el gobierno municipal y comenzarán en días. La finalidad es rehabilitar el firme de diferentes calles y subsanar numerosos problemas de desagüe de escorrentías.

La complejidad de estas 25 intervenciones, en siete localidades, para mejorar las condiciones de comodidad y seguridad de los usuarios obliga a ejecutar las obras de asfaltado por fases, afectando a las calles Candelaria, Las Loceras, El Carmen, El Cercado, San Luis, San Agustín, Horno de las Loceras, San Felipe, San Isidro y Piedra Gorda o en la ubicación del depósito de agua, en la localidad de Arguayo, mientras que en Las Manchas las intervenciones beneficiarán a las vías denominadas San Isidro, Los Laureles y Bilma.

En el Valle de Arriba, el plan de asfaltado incluye trabajos en la calle San Fernando y el Camino Real, mientras que en El Molledo afectará a las calles Los Almendros, La Calzada y El Porvenir. El Retamar también constituirá una de las fases del plan de asfaltado, actuando en las calles Los Ángeles y San Juan.

Finalmente, Tamaimo acogerá dicho plan de actuación y lo hará en la calle La Cerca, mientras que en el caso de La Caldera éste se ejecutará en la calle del mismo nombre y en la Tajinaste.

Respecto a las obras que se llevarán a cabo dentro del plan de asfaltado, el proceso de los trabajos se iniciará con la rehabilitación estructural de las zonas deterioradas mediante la eliminación de los materiales que componen el firme y su reposición. Una vez ejecutada, se procederá al sellado de las grietas y se rehabilitarán los elementos de drenaje superficial. Dicha intervención incluye la solución de las transiciones de los encuentros del tramo reforzado con aquellos que no lo están, así como la realización de una excavación en el lateral de determinadas carreteras para la posterior colocación de cunetas de escorrentías, la reconstrucción del muro y del firme de calzadas de determinadas vías, además del desbroce lateral de las calzadas y el recrecimiento de las arquetas de suministros en estas últimas, entre otros.

El propósito es mejorar las condiciones de comodidad y seguridad de las vías.