Vecinos de la urbanización Tristán, en el ámbito del Camino del Hierro, demandaron ayer una solución definitiva para acabar con los mosquitos que se reproducen en la charca que corona el barrio, un problema que dura años y que se genera dependiendo si hay viento o no en la zona.

Así lo aseguran residentes en el propio Camino del Hierro, Tamadaya, Matías del Castillo Iriarte y Pedro José de Mendizábal, que aunque reconocen que ya en el pasado se han tratado las aguas libres del estanque, los insectos siguen proliferando y sus casas se convierten "en una guerra continua", apuntó uno de los denunciantes.

Especialmente problemático fue el año pasado, ya que no se pudo atajar la proliferación de los insectos durante varias semanas de muchísimo calor y la falta de viento, sobre todo en la parte baja de la urbanización, en el ámbito de San Raimundo y San Felipe, señala una de las vecinas consultadas.

Pero, lógicamente, la mayor de las afecciones se produce en la parte alta, en la urbanización de viviendas que se encuentran al lado de la charca. Allí, algunos residentes han optado desde hace años por poner mosquiteras, "pero aun así los bichos siempre buscan por dónde entrar", apuntó otra de las denunciantes.

De todo ello es consciente la asociación de vecinos Urbanización Tristán, cuyos miembros, en una reciente visita del alcalde, José Manuel Bermúdez, al barrio dieron a conocer esta problemática. "Aunque en este caso podría ser puntual, porque nos consta que se han estado tratando las aguas, este asunto es uno más de los problemas que han sido puestos en conocimiento de las administraciones durante años y que cada cierto tiempo vuelve a aparecer", indicaron el presidente y el secretario del colectivo, Manuel Santos y Mauro Díaz, respectivamente.

Los afectados solicitan al consistorio de la capital una solución "definitiva" a una incidencia que se prolonga a lo largo de los años y que su virulencia depende muy mucho del calor y de si se mete el viento o no.