La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), en representación de los funcionarios del Ayuntamiento de Candelaria, asegura que los hechos denunciados por Intersindical Canaria (IC) "ocurrieron después" del Hot Summer "en una vía de tráfico" en la que la seguridad ciudadana "es una competencia en exclusiva de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado", en este caso la Guardia Civil.

En ese momento (noche del 5 de agosto), la CSIF afirma que el Ayuntamiento de Candelaria tenía "10 efectivos policiales" de servicio "con medios técnicos suficientes, frente a los tres que tenía la Guardia Civil", si bien admite que existe colaboración en virtud de la legislación vigente.

IC denunció que un chófer de Titsa fue agredido por tres individuos "que le roban, insultan, esputan e increpan para que abandonara el vehículo, mientras rompían las puertas y maletero de la guagua". El sindicato aludió a que, tras dar aviso, "pasan demasiados minutos para que se presente la Policía Local de Candelaria, carente de recursos suficientes y desbordada por la afluencia de público al concierto, por la falta de previsión por parte del Ayuntamiento de Candelaria".

La CSIF asegura que "la Policía Local tardó menos de tres minutos en personarse en el lugar de los hechos, una vez tuvo conocimiento de ellos", y que "prueba fehaciente de que en ningún momento se careció de recursos suficientes, fue que, pese a la gran afluencia de personas al evento, no se registraron altercados de gravedad, salvo el robo de un ciclomotor, siendo sus presuntos autores detenidos y puestos a disposición judicial por miembros de Policía Local de Candelaria".

También niega que existiera falta de previsión en el Hot Summer y afirma que el evento "tenía un Plan de Seguridad redactado y dirigido por un técnico habilitado al efecto".