El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, envió hoy una ofrenda al polémico santuario tokiota de Yasukuni, vinculado al pasado militarista del país, con motivo del 73 aniversario de su rendición en la II Guerra Mundial.

Abe, como es tradición en estas fechas y durante los festivales de primavera y otoño, envió una ofrenda al recinto y se abstuvo de visitarlo, informó la agencia local Kyodo, lo que parece destinado a evitar fricciones con Corea del Sur o China, que padecieron el colonialismo nipón y critican el simbolismo de este santuario.

El diputado del gobernante Partido Liberal Demócrata (PLD) y asesor especial de Abe como presidente de la formación, Masahiko Shibayama, es la única figura de peso que visitó el santuario por petición del primer ministro, mientras que no ha asistido ningún miembro del Ejecutivo, como sí sucedió en años anteriores.

En declaraciones a los medios recogidas por el diario Asahi, Shibayama explicó que el donativo salió del bolsillo de Abe y fue hecho a título personal y como presidente del PLD.

Entre otros legisladores que se personaron hoy en el santuario estuvieron la exministra de Defensa Tomomi Inada y Shinjiro Koizumi, hijo del carismático exjefe de Gobierno Junichiro Koizumi y actual secretario general adjunto del PLD, recogió el mismo medio.

El Gobierno de Seúl mostró hoy a través de un comunicado de Exteriores su "profundo" pesar por el envío de la ofrenda e instó a los políticos nipones a adoptar "una actitud sincera de reflexión y arrepentimiento por la historia pasada" para "obtener la confianza de los países vecinos" y avanzar en sus relaciones bilaterales.

El santuario sintoísta de Yasukuni, visto como un símbolo del pasado militarista de Japón, lleva años envuelto por la polémica y suele ser motivo de roces diplomáticos.

Se trata de un lugar donde se honra a todos los caídos por Japón entre finales del siglo XIX y 1945, entre ellos 14 políticos y oficiales del Ejército Imperial condenados como criminales de guerra de clase A por el Tribunal Penal Militar Internacional para el Lejano Oriente al término de la II Guerra Mundial.

Países como China y Corea del Sur critican que Abe esquive tratar las agresiones de las que fueron objeto por parte del Ejército Imperial nipón durante la contienda, a lo que se suman las disputas históricas y territoriales que también han ocasionado fricciones.

El primer ministro japonés visitó por última vez Yasukuni en diciembre de 2013, acto que provocó protestas de los vecinos asiáticos y que Estados Unidos, principal aliado estratégico de Japón, sugiriese al Gobierno nipón que no repitiera esas visitas.

El 15 de agosto de 1945 Japón capituló poniendo fin a la II Guerra Mundial y a su dominio sobre Corea del Sur y China, que celebran en esta efeméride sus días nacionales de la liberación.

Asimismo, la de hoy es una fecha en que buena parte de Japón celebra el festival para honrar a los antepasados, por lo que es tradición acudir a cementerios, santuarios y templos.